La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha pedido implementar propuestas inmediatas para que el sector de la automoción haga de punta de lanza del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española. Con ellas harían factible el cumplimiento de los objetivos que fija el Plan Nacional de Energía y Clima tanto de reducción de emisiones de CO2 como de introducción de los vehículos eléctricos en el parque automovilístico español.
«La reactivación y transformación del sector de la automoción tiene que ser un tractor e impulsor dentro de las medidas a adoptar en el Plan de Recuperación recién presentado, así como en los planes europeos. En este contexto, debemos acelerar nuestro trabajo conjunto con la administración para adelantar su implementación», ha asegurado el presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos.
De esta forma, las iniciativas están en la línea marcada en la estrategia del sector del Plan Automoción 2020-40, cuyo objetivo es aportar propuestas concretas para acelerar la recuperación y la transformación de la industria cumpliendo con los compromisos de descarbonización del parque y de introducción progresiva de vehículos eléctricos, que es el objetivo de todas las marcas, ha recordado De los Mozos.
Anfac está definiendo ya varios proyectos tractores en línea con lo que plantea el plan estratégico que mejoren la competitividad de la industria en España orientados hacia la descarbonización y la digitalización. «Tenemos ventajas competitivas en nuestras fábricas, pero pueden no ser suficientes para la transformación que necesita la industria. Es necesario proteger este peso industrial y su competitividad», ha asegurado el presidente de Anfac.
Respecto a la descarbonización del parque, la asociación entiende que la consecución de estos objetivos apuntados en el plan de recuperación y en el PNIEC ha de abordarse desde una doble vía, desde el fomento de la entrada en el mercado de vehículos electrificados y desde la renovación del parque automovilístico. Es el momento de fijar objetivos cuantificables y plazos a estas metas para avanzar.
La asociación ha precisado que el crecimiento del mercado solo será posible si va acompañado de un esfuerzo definitivo en la instalación de puntos de recarga y por eso quiere promover que se fijen objetivos intermedios de instalación. En concreto, que se alcancen los 48.000 puntos de recarga de acceso público para el 31 de diciembre de 2022, donde, al menos, exista uno por cada 100 kilómetros de carretera de la red básica de Carreteras y Red General de Carreteras del Estado. Para el 31 de diciembre de 2025, deberían haberse instalado 110.000 puntos de recarga de acceso público, para así alcanzar los necesarios 340.000 puntos para 2030.
Respecto a la renovación del parque y el descenso de las emisiones, desde Anfac consideran que es necesario realizar un impulso sostenido al achatarramiento de vehículos de mayor antigüedad, que idealmente debe ser superior en volumen a las matriculaciones de vehículos nuevos, un fenómeno que no se ha conseguido desde 2013.
«Este impulso doble que planteamos necesita de la continuidad y potencia de las medidas existentes. El incremento fuerte y sostenido de la demanda de vehículos eléctricos necesita de planes de incentivos con mucha más dotación y más eficientes en la gestión, así como el impulso en la recarga pública», ha subrayado el presidente.
Por otro lado, Anfac propone un Moves III con 450 millones de euros anuales de dotación de los que 250 millones de euros se destinen a vehículos eléctricos y 200 millones de euros a infraestructuras. En ambos casos, desde Anfac se señala a una reforma integral de la fiscalidad de la automoción como elemento necesario para empujar esta transformación.
Por último, las marcas automovilísticas agrupadas en Anfac han mostrado su preocupación por la indefinición administrativa al respecto de la actualización de los tramos del impuesto de matriculación a la normativa de medición de emisiones WLTP, actualización que entraría en vigor el próximo 1 de enero de 2021.
Este impuesto, si no hay cambios, subiría el 1 de enero de manera automática e incrementaría de facto los precios de los vehículos vendidos a partir de esa fecha que cambien de tramo impositivo por esta modificación técnica del cálculo de las emisiones y que afectaría a cerca del 50% del mercado total, con un impacto especial a los vehículos fabricados en España. Un impacto que también afectará a las cuotas de renting.
Las marcas automovilísticas agrupadas en Anfac entienden que este ascenso de facto tendría un impacto muy negativo en un mercado que no consigue remontar el impacto del coronavirus, ha señalado De los Mozos, que considera que la cuestión del WLTP ha de resolverse como recoge expresamente el plan de impulso a la cadena de valor del sector de la automoción, con una reforma fiscal integral con criterios medioambientales para la automoción, tal y como se lo hemos propuesto y presentado al Gobierno en el plan Automoción 2020-40. La indefinición al respecto de esta adaptación está teniendo un impacto negativo en el mercado, en especial en las flotas, y no se debería prolongar más en el tiempo.