El presidente de la marca japonesa en la península ha tenido hoy el habitual encuentro anual con la prensa, y Frade no se ha mordido la lengua, pues le puede la responsabilidad sectorial hacia una industria que, tras el descalabro del turismo, se ha convertido en la punta de lanza de la economía de nuestro país, no en vano es responsable del 10% del PIB y de más de un millón de empleos. Con eso en mente, enfrentarnos a un escenario en el que el porcentaje de coches que van a pagar el Impuesto de Matriculación vaya a pasar del 20% al 50% es una locura. 

Máxime si tenemos en cuenta que, mientras que Francia y Portugal han solucionado la entrada en vigor el año que viene del nuevo ciclo de homologación de emisiones WLTP con un aumento del tramo exento del mismo, en España no se ha querido hacer, lo que provocará una subida del precio al 30% de los coches que se venden. Esto es debido a que el nuevo ciclo WLTP, al basarse en pruebas de conducción más próximas a la conducción real, provocará que suban las emisiones de CO2 de los coches que ahora mismo están exentos de pagar el impuesto de matriculación (los que están por debajo de 120 gr/km) y que salten al tramo del 4,75% que grava a los que tienen entre 120 y 160 gr/km.

 

La industria al completo ha propuesto al Gobierno que suba un 20% las emisiones topes de cada uno de los tramos para evitar subidas de precios (los dos restantes son el 9,75% para los vehículos de hasta 200 gr/km y del 14,75% para los de esa cantidad o más), lo que, hasta el momento, no ha sido aceptado. Por ello Juan López Frade reclama a Sánchez que, si la industria del motor es el tractor de la economía, no le ponga "palos en las ruedas" el próximo año, porque la subida del impuesto es "algo que les va a matar".

Y es que este escenario llega tras un año de pandemia que va a dejar el mercado con una caída de un tercio de las ventas y en el que las medidas anunciadas por medio de los planes Renove y Moves han sido un fracaso en opinión del directivo, que tiene claro que el Moves no funciona al no estar centralizado y ser las comunidades autónomas las que se encargan de su gestión. Del Renove ha explicado que no está sirviendo porque es algo que complica la vida a los concesionarios y los clientes, razón por la que ha pedido un plan similar al de ediciones anteriores, en el que la red comercial se encargaba de gestionar las ayudas en vez de los compradores, como sucede ahora.

Para 2021 Frade confía que el mercado pueda llegar al millón de unidades y que Suzuki suba más de un 39% hasta las 7.100 unidades, con una penetración del 0,71%. A ello contribuirá el que recuperarán el Suzuki Jimny como vehículo comercial, que el Vitara estrenará una nueva generación de hibridación desarrollada por la marca y a que llegará un nuevo modelo que impulsará las ventas y que no ha concretado, aunque ha dicho que no será un eléctrico pequeño.  Sumando además su acuerdo estratégico con Toyota, que para ellos es prioritario.