En el siglo XV, el cardenal Mendoza decidió derribar un lienzo de la muralla para crear un nuevo espacio diáfano, frente a la Catedral, donde celebrar espectáculos y el mercado semanal. De este modo se diseñó una de las plazas castellanas más bellas, la Plaza Mayor de Sigüenza. De estructura rectangular, a uno de sus lados se levantó una galería porticada que llega hasta la Puerta del Toril. Sobre la galería se edificaron casas para el Cabildo que se adornan con escudos y, al otro lado, una serie de casas para nobles. Por el Norte, la plaza limita con la Catedral, donde se abrió la denominada puerta del mercado, y por el Sur se eleva el Palacio de los Deanes, convertido en sede actual del Ayuntamiento.