La cantante María Rozalén, después de un año 2022 frenético y cargado de conciertos hasta el último día, ha comenzado el 2023 en modo zen. Tras disfrutar de unos días de relax en la costa vasca, la albaceteña ha compartido con sus seguidores en las redes sociales que ha "intentado desconectar mente, digerir emociones, descansar mi cuerpo". Además, ha reconocido que pretende desintoxicarse "de esta adicción insana a la velocidad, al trabajo constante, al teléfono y a las redes sociales". Ahora, sugiriendo que llega una etapa de composición, Rozalén ha aceptado que siente delante "el abismo de la hoja en blanco", aunque asegura que tiene "ganas" porque durante los últimos meses ha llenado "el tarro de muchísimo que contar". "Yo sé que vomitar las palabras será lo que alivie el nudo del pecho. Tengo por delante meses de incertidumbre pero también de muchos planes, encuentros y viajes que me harán crecer, sembrar y crear. Que sea lo que tenga que ser. Aquí estaré, como siempre, dejándome el alma y la piel", ha finalizado en su profundo escrito.