Abrazos emocionados entre costaleros y nazarenos, lágrimas desbordadas por la desilusión de los cofrades y mucha devoción de cientos de toledanos. Es lo que se vivió este Jueves Santo en el interior de la Catedral de Toledo tras la suspensión, a consecuencia de la lluvia, de la procesión de Nuestra Señora del Amparo, que tenía previsto salir a las 20.30 horas de la tarde acompañada de las imágenes de la Oración en el huerto, el Cristo amarrado a la columna, Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Santísimo Cristo de la Agonía, como es habitual.
El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, permitió que los fieles accediesen al templo primado para honrar a las imágenes con rezos y cantos a cubierto de las inclemencias meteorológicas. Los portadores, además, pudieron llevar a cabo varias emotivas 'levantás', algunas de ellas dirigidas por representantes institucionales como el alcalde, Carlos Velázquez, y la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón.
El objetivo del fotógrafo de EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, Javier Longobardo, captó con especial sensibilidad las mejores imágenes que dejó un Jueves Santo arruinado por la lluvia en Toledo, pero que desembocó en un recogimiento muy especial en el interior de la Catedral.