Los 250 metros que separan la sede de la ONCE en Toledo de la avenida de Irlanda, en el barrio de Buenavista de la capital castellanomanchega, tardan en recorrerse a pie cuatro minutos. En condiciones normales, claro. Porque cuando se hace a ciegas, con la única e indispensable ayuda de un bastón, la cosa se complica. Tanto que el grupo de periodistas que este martes se han cubierto los ojos con un antifaz opaco para ponerse por un momento en la piel de las personas ciegas han tardado tres cuartos de hora el completar esa misma ruta peatonal que ha sido percibida como una auténtica yincana.
En eso ha consistido una actividad con la que la ONCE ha querido trasladar a la sociedad los problemas de accesibilidad con los que conviven diariamente los ciegos. Semáforos que no tienen ayuda acústica, aceras rugosas que "confuden" al tacto del bastón y se confunden con el inicio de un paso de cebra, baldosas levantadas, pasos de cebra traicioneros en diagonal que pueden llevarte hasta una mediana y no a la acera de enfrente... Un sinfín de "trampas" que ha sorprendido a los plumillas toledanos como el que escribe esta crónica.
Por suerte, pese al miedo inicial, la ayuda de los técnicos y trabajadores de la ONCE ha evitado caídas o cualquier tipo de percance. "No es lo mismo contarlo que vivirlo. Y queríamos que vivieseis nuestra realidad, porque nuestro día a día es bastante complicado", ha asegurado José Martínez, presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, que ha reclamado la puesta en marcha "urgentemente" de una nueva ley de accesibilidad regional "del siglo XXI", ya que la actual es de 1994 y ha quedado desfasada.
"Necesitamos que los ayuntamientos actualicen sus ordenanzas municipales y que las diputaciones, en una Castilla-La Mancha rural con muchos municipios, también se mojen en accesibilidad. La accesibilidad es fundamental para nosotros, es una herramienta de libertad", ha reflexionado Martínez, que ha reclamado también un fondo regional de accesibilidad "donde las distintas administraciones pongan recursos para ir arreglando ese tipo de cuestiones". Y es que, según el presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, "en 20 años hemos retrocedido mucho en términos de accesibilidad", lamentando la pérdida de los recursos económicos que antes aportaba un convenio de la Fundación ONCE con el Imserso y ahora ha dejado de existir.
La actividad ha estado comandada por Daniel Hormigos, técnico de rehabilitación en la ONCE, que ha recordado que "la accesibilidad no solo beneficia a las personas ciegas, sino a todos". "Es fundamental que el diseño de las infraestructuras sea universal, para que todos podamos navegar con seguridad en el entorno urbano", ha asegurado.