A poco que se siga la política actual y se reflexione sobre ella, se puede vislumbrar que Pedro Sánchez ha hecho una reforma de calado pensando tanto en el presente como en los acontecimientos de futuro, e intentando poner las bases en varios campos y a la vez envía varios mensajes.
Empiezo por la clave autonómica; en ella pienso ha tenido en cuenta el reforzamiento de varios liderazgos que serán los llamados a sustituir a los actuales cuando llegue el momento oportuno. Si con Carolina Darias ya se reforzó al líder de Canarias, Isabel Rodríguez y Pilar Alegría a nadie se le escapa que servirán, para cuando proceda, tener a punto lideresas en Castilla La Mancha y Aragón, lo mismo que pienso de Diana Morant para la Comunidad Valenciana y Raquel Sánchez para reforzar a Illa, un trío de exalcaldesas preparadas, jóvenes y con capacidad de trabajo.
Otros mensajes claros han sido al municipalismo, como primer eslabón y más cercano a la gente, valorando su trabajo, y también al feminismo, ambos puntos claves para entender la capacidad de los dos para responder ante la sociedad.
Ha mirado al partido, porque considera que un partido fuerte es la base para sostener a un gobierno y hacerlo fuerte, y ahí están Oscar López y Félix Bolaños manejando las relaciones entre partido y gobierno, relaciones fundamentales de cara a unas próximas elecciones, y seguramente el siguiente paso será una renovación de calado en el Cuarenta Congreso del PSOE dando entrada a mucha gente joven, experimentada y preparada.
Otro factor a tener en cuenta, y muy importante, es el ascenso a vicepresidenta primera de Nadia Calviño quien tendrá que manejar los fondos europeos y coordinar la economía en un momento de recuperación esperada, y que habrá que hacer muchos equilibrios con la patronal, sindicatos y demás agentes sociales, sin olvidar también el ascenso a vicepresidenta segunda de Yolanda Díaz, una Ministra de Trabajo con gran capacidad para llegar a acuerdos, acuerdos varios a los que ya ha llegado con empresarios y sindicatos, y que hacía tiempo que no se daban; solo existía la imposición.
En cuanto a los ministros que no han continuado, ya se ha escrito bastante sobre las circunstancias que puedan haber influido en el cese, una tal vez por la cuestión marroquí, otros por la moción de censura de Murcia y los demás por otras cuestiones que no dejan de ser especulaciones más o menos acertadas, y que lógicamente sólo el Presidente sabe y habrá tenido en cuenta, pero desde luego es un gobierno de gente muy preparada, y con capacidad para recuperar este país y sacarnos del atolladero en que la pandemia y otras historias nos han llevado, a pesar de que el Sr. Casado diga que Pedro Sánchez es una mala persona; Sr. Casado, poco aprendió en ese master de “Harvard-Aravaca” que hizo, y es de muy mal gusto y poco ético el tratar al adversario político de mala persona.
Mi recomendación como ciudadano es que se mire usted al espejo y vea como se ve y como cree que le vemos los demás, a lo mejor se asusta y cambia de parecer, porque como siga así, dentro de poco, en su propio partido, alguien le va a comer la tostada, si es que ya no se la han comido, y deje de decir cosas como que el Presidente ha elegido a los ministros y ministras a dedo, pues yo creía que era así por ser gente de su confianza; a lo mejor estoy equivocado y Aznar y Rajoy los elegían en asambleas y no nos enterábamos.
Pedro Sánchez, una vez más, ha dado un golpe maestro en la mesa y ha dejado a los medios fuera de juego porque estos pensaban algo muy distinto a lo que ha hecho, y a pesar de que un día si y otro también no es muy bien tratado por muchos medios, y muy insultado por adversarios políticos, es el Presidente del país y serán las elecciones futuras las que determinaran si lo sigue siendo, pero no es de recibo ese insulto y ese odio, que es odio y no oposición, pues la oposición se tiene que hacer de forma elegante, con propuestas y alternativas; lo demás es populismo, demagogia y malas maneras.
Alberto González González