Esta aplicación es una de las más utilizadas como forma de comunicación habitual. A no ser que necesitemos una interacción rápida (usaremos la llamada telefónica), el WhatsApp se ha convertido en esa otra vía de estar en “contacto permanente” con los demás: vemos cuando queramos su foto, sus frases de estado, su hora de conexión, sus fotos de 24 horas, si nos lee pronto o tarda, si se conecta mucho o poco, si quita y pone la hora de conexión, si quita y pone la verificación de lectura (y ¿por qué lo hará?). Y además de utilizar el lenguaje escrito, se hace más interesante aún cuando podemos añadirle emociones a lo que expresamos mediante los emoticonos, pero nunca resultan lo expresivos que necesitaríamos algunas personas y en otros que no acostumbran a usarlos, se restan las emociones cuando escriben, nos imaginamos una “cara plana”.
Todo esto, bien utilizado, realmente es magnífico, pero en manos de una persona tóxica o narcisista se convierte en una de las peores y más fáciles armas de manipulación psicológica y emocional.
Esta manipulación que ahora veremos cómo comienza y se mantiene, se hace a través de la utilización de todas esas ventajas antes descritas y que ahora se convierten en un arsenal para tener en vilo, pendiente y dependiente a la otra persona..., y jodida.
El proceso que voy a describir no es fácil de identificar por quien lo sufre, y sólo algunas veces, cuando ya eres víctima y tienes mucho sufrimiento, ves que no puedes salir de ahí, ves que necesitas que aparezca, como sea, "¡pero que me diga algo!", que por desgracia nos alentará para seguir “necesitando” patológicamente su presencia.
Comienza el proceso de IDEALIZACIÓN del otro, el proceso de ENGANCHE
Conocemos a alguien y es obvio que nos damos los teléfonos, o ahora conocemos a alguien a través de alguna de las redes y después comienza una comunicación privada a través del WhatsApp. Se muestra divertido (y quizás lo sea de verdad), interesante a cualquier nivel. Comienzan los intercambios de información personal sobre la que luego se escriben wasap también, mostrando una preocupación e interés por el otro; hay halagos y se usan emoticonos que expresan la emoción que sientes en ese momento. Frases de admiración, se envían canciones incluso utilizadas como una continuación de la comunicación o como “indirectas” por sus letras, se mandan audios geniales, fotos de lo que haces en el momento exclusivamente para ti, fotos íntimas…, y hasta aquí todo NORMAL, es genial si se hace con transparencia. Es una chispita en tu día a día que te hace sentir bien, muy bien. Y especial.
Y esto se repite día a día y te va enganchando. También hasta aquí bien. Pero el problema aparece cuando esto se convierte en una forma de interacción con más personas de la misma forma, a la vez, con una intención egoísta por nuestra parte, con una intención basada en necesidades emocionales propias y quizás desadaptadas. Es el juego psicológico de enganchar al otro haciéndole sentir importante, protegido y distinto, para inflar nuestro ego y tenerle ahí, disponible. Insisto en que esto es normal y bonito si no hay intención mala por parte del que escribe, de nutrirse emocionalmente a cualquier precio y con quien sea. Es una situación real y estupenda manifestar sentimientos al otro y que nos los manifiesten, pero sin hacernos daño.
Cuando ya nos tienen seguros, se relajan. Todo era fluido pero empieza a ser menos intenso, a escribir menos, a tardar en leernos. Llegado a este punto habrá que hablar (si hay confianza) porque comienza una preocupación real, que alguna razón de ser tendrá ¿no? Y aquí, en la DUDA de porqué ahora hace esto, es donde se desata mentalmente el inicio de uno de los mayores sufrimientos y enganches. (Hay algunas personas que en este punto dicen: “Hasta luego, maripuri", si ya antes lo han pasado mal con todo esto).
Proceso de MANTENIMIENTO. Empieza a aplicarse lo que los psicólogos llamamos REFUERZO VARIABLE O REFUERZO INTERMITENTE que consiste en “unas veces sí” y “otras no”, sin que puedas anticiparme. Aparezco, desaparezco, te leo, o no”.
Este tipo de comportamiento en psicología es de los que más ENGANCHA porque no tenemos seguro cuando vamos a obtener “el premio” y ni siquiera si lo vamos a obtener. La duda sobre lo que siente, sobre lo que pasa, sobre si hay otra u otro, la duda sobre qué hago si apareces o si no apareces, todas las dudas se incrementan y cada vez producen más y más angustia, y más y más adicción. Estamos pendientes porque ya notamos algo raro y empezamos a pensar de todo. El principal miedo es que ya no interesamos tanto como antes o que quizás hay alguien más. Empieza un esfuerzo por parte de la víctima para mantener la atención del tóxico, e incluso nos esforzamos para competir con posibles rivales que le despistan de nosotros. Esta angustia psicológica se refuerza con continuas comprobaciones y estamos permanentemente pendiente del móvil e incluso le ponemos un sonido distinto a este contacto para identificar rápidamente si nos escribe.
¿Cuáles son las formas más utilizadas para manipular emocionalmente al otro?
La finalidad, como venimos diciendo, es mantener a la víctima enganchada y pendiente, a nuestro servicio psicológico y sexual, por supuesto. La base es la DUDA, nuestra duda sobre lo que hace y por qué, los “y si…”.
- Frases ambiguas en sus estados: son frases sobre las que empezamos a dudar si nos la habrá puesto a nosotros, si nos está lanzando algún mensaje... “¿querrá decirme algo?, algo le pasa, dónde está…. (Pero y por qué no lo dice?, no es tan difícil… a nosotros no es)
- Está en línea y no nos mira: nos hacemos otras 1.000 preguntas: “con quién habla... quizás no ha visto mi wasap, por qué tarda tanto, hablará con otra…”
- Pone y quita la hora de conexión, y claro, nos seguimos preguntando, siempre es la duda la que nos hace seguir ahí. "La quita para que no vea las muchas veces que se conecta, si hace poco o hace mucho…”.
- Nos escribe sin conexión: Está claro también que algo oculta, no quiere que alguien más lo vea.
- Escribimos y no le llegan: Esto nos crea una preocupación extrema. “¿Le habrá pasado algo, estará con alguien, se ha desconectado aposta, está de juerga...?”
Tras este episodio y cuando ya se conecta y nos lee, siempre nos da excusas: “He estado en una zona sin cobertura y estaba preocupado por ti, me quedé sin cargador y qué angustia por si me escribías cariño….”, y nosotras, aunque dudamos, queremos creerle porque nos hundiría descubrir que realmente ha estado con otras.
- Tips en azul, visto: más preguntas… por qué no me contesta (¿no podrá, no querrá?). En fin. Esto es terrible.
Ante esta situación y con nuestro malestar, ya empieza la queja, el pedirle explicaciones, demandar la atención de antes... y el manipulador empieza a sentirse “incómodo” y su estrategia es hacernos sentir culpables: “¿cómo es posible que digas que estoy con otras?, ¿te das cuenta de lo que me dices, que ya no te quiero?, me haces daño pensando que ya no me importas, es increíble que pienses eso de mi cuando yo…”. Y así, de forma interminable, nos crean cada vez más culpa.
Desaparecen o nos bloquean y desbloquean de forma caprichosa como castigo a nuestra actitud de demanda, por ejemplo.
Luego REAPARECEN para comprobar que seguimos ahí y para mantenernos enganchadas. Y siempre lo hacen con preguntas: Qué haces, ya no te acuerdas de mí, te echo de menos, o con algo que saben que nos gusta, o con una frasecita para hacernos sentir otra vez que no es capaz de decirme cosas bonitas directamente pero lo hace con frasecitas y fotos.
Nuestra reacción: “¿Le contesto, o no?, y si se enfada?, ¿y si deja de escribir ahora que ha aparecido?, ¿y si no le digo nada y queda con otra? Lo mismo quiere verme.
En fin como veis, ANSIEDAD INFINITA E INTERMINABLE.
IMPORTANTE:
La ÚNICA solución es SALIR DE AHÍ, NO HAY OTRA. Quien te quiere y a quien le importas APARECE SÍ O SÍ EXPLÍCITAMENTE…, y no desaparece, y no se va, y sientes que está.
Y si se te ocurre utilizar estas mismas cosas con los manipuladores, NO SIRVE, estas personas son frías, egoístas (hacen lo que hacen para sentirse bien ELLOS) y como no tienen sentimientos por nosotros, no les afecta nuestra manipulación emocional.
Quien te quiere no te hace esto, NUNCA, NUNCA, NUNCA…
Por otro lado, también están las personas que con mínimas muestras de cordialidad, afecto, educación y necesitadas en lo emocional, piensan que cualquiera que, como digo, es amable, ya está intentando ligar con él, o mostrándole algo. Ahí también comienza una fantasía que les va a hacer sufrir innecesariamente porque en realidad no existe nada, solo amabilidad.
Ana Maria Ángel Esteban. Psicóloga Clínica. Sexóloga
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