Nuestro personaje es el candidato Republicano para ser, de nuevo, presidente de los Estados Unidos en noviembre. Eso si la Justicia, Kamala o los flojos que se abstienen no lo impiden.
Será el primer candidato condenado por falsificar documentos de su campaña electoral para ocultar el pago a una actriz porno, con el objetivo de que su relación se mantuviera en secreto. ¿Imaginan ustedes a Pedro, Alberto o Yolanda metiendo la mano en la caja para pagar…? ¡Uy! Da repelús solo imaginarlo.
La cosa no se queda aquí. Ha tenido suerte y ha librado de ser condenado por llevarse documentos secretos a su casa en la playa. Eso es lógico. ¿Quién, al hacer limpieza en su casa, no ha encontrado un plano de la ubicación de misiles o de la distribución de espías en el antiguo telón de acero? El que esté libre de culpa que lance la primera piedra.
Le quedan aún dos puertos de primera categoría. El primero por alentar el asalto del Capitolio y por presionar a funcionaros para revertir los resultados electorales que lo sacaron de la Casa Blanca. El segundo por forzar al responsable en Georgia para que le “encontrara” los más de diez mil votos que le faltaban. Madre del amor hermoso; qué piel tan fina tienen algunos.
En fin, vamos a lo importante. Visto cómo está el mundo, a ver cómo les dicen ustedes a sus hijos que tienen que ser formales y estudiar mucho para ser alguien en la vida. ¿Eh?
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Detrás de esta viñeta están Benjamín y Mercedes. Son padre e hija. Benjamín dirige el estudio Arquitectos San Lorenzo 8. Mercedes es ilustradora y diseñadora gráfica. El texto queda a cargo de Paula, la hija mayor, que se dedica a la seguridad alimentaria. La idea de cada semana: un asunto de familia.