Al final lo que ha quedado de la tonta arremetida del jefecito regional de Vox, David Moreno, contra la Cruz Roja es el chalequito del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, escenificándose a sí mismo en las Cortes autonómicas. El chaleco, el pin y la foto, claro. Y venga darle bola mediática, que mola mazo salir en los papeles con tan bonito look.
Eso y la bobada del diputado Moreno, que ha sido una enorme metedura de pata imposible de encajar en la realidad de los hechos: una simpleza que habrá que sumar a sus grandes éxitos políticos. El bulo es muy democrático y abarca a todo el espectro político y me imagino que nada de esto hace falta explicarlo mucho.
La Cruz Roja es una organización tan indispensable y tan grande que el arañazo de Vox no pasa de nadería insignificante. Un desenfoque y una chorrada, con perdón. Así que el subrayado de Page con el jubón y la insignia, que está bien como detallito, se queda en el teatrillo habitual de los políticos, siempre al quite para el selfie, la oportunidad y el rédito. Un partido de tercera, o sea.
Y es que no había ninguna necesidad de posturitas. Cruz Roja se defiende por sí misma: con su historia, sus hechos, su día a día, su forma de estar en el mundo. Es universal e imprescindible. Está, la queremos y punto. Me viene pareciendo últimamente que, a izquierdas y derechas, los populismos han contagiado la vida política española y todo funciona en el patio nacional como disparatado y a trasmano.
Por cierto, y puestos a hablar de lo divino y lo humano, me parecería muy interesante conocer la opinión de Page, que nos representa a todos los castellano-manchegos, sobre el creciente escandalazo de Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, y las cada vez mayores implicaciones de presunta corrupción en el corazón mismo de la Moncloa.
Los correos electrónicos que este viernes publica El Español huelen que apestan en el núcleo central del sanchismo y son incompatibles con los valores democráticos, la salud política y la ética en la vida pública. Esto no puede llevárselo el viento solano. Imagino a Page escandalizado. Supongo al PSOE avergonzado, aunque silente, consentidor y asqueado con todos los sapos que se tragan cada día. ¿Alguien piensa que algo tiene que pasar?
En fin, otro gran protagonista de la semana ha sido mi amigo Manolo Cerdán, que a sus noventa y tantos está hecho un chaval y, por si eso fuera poco, le han puesto plaza en Talavera de la Reina, como debe ser: Plaza de Manuel Cerdán. Un orgullo para los talaveranos que un tío tan grande como Manolo reciba este homenaje de su pueblo, que ya iba tocando.
Enhorabuena a Manolo, a su mujer Sara Tornero y a toda su familia, y felicidades al equipo de gobierno de José Julián Gregorio por esta buena y merecida iniciativa. Y un saludo a una de las personas que, entre otras muchas, ha sido artífice de este reconocimiento: la concejala Gelen Delgado que, según me cuentan, se lo ha currado para que este tributo talaverano a Manolo y Sara haya sido un éxito. Un aplauso general. Las fotos son de Abel Martínez y las tienen todas en este periódico.
Total, que ya puesto con las felicitaciones, voy con una que estaba cantada antes de dar el pistoletazo de salida: Julián Garde, el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, volverá a ser reelegido en las elecciones de diciembre y afrontará su segundo mandato después de un primero lleno de éxitos y batallas.
No hay candidato alternativo, nadie quiere lanzarse a una campaña que sería una derrota segura y Garde repetirá al frente de una institución clave en el desarrollo regional. Felicidades, que sea para bien y un feliz gobierno de la Universidad a la que tanto queremos.
Y termino. La exdiputada Carmen Picazo, albaceteña que fue líder de Ciudadanos en Castilla-La Mancha, está muy activa estos días en Instagram haciendo su catálogo de los políticos más sexis de la región, o algo parecido. Los más molones para ella, los y las guaperas y cosas del estilo. Del Parlamento regional a influencer del chascarillo: un buen paso de Picazo. Querida amiga, enhorabuena.