El inglés es un idioma muy internacional. Es fundamental tener un buen nivel de inglés y es imprescindible para muchos en el ámbito laboral. De eso no hay duda, pero la riqueza léxica del castellano, del español, no tiene comparación con la de la lengua inglesa. Uno de los ejemplos más claros es el verbo to be; en inglés, ser o estar. Y, efectivamente, esa es la cuestión, porque no es lo mismo ser que estar y, desde luego, no se pueden aglutinar esos significados en un mismo verbo. Está claro que al inglés le falla, al menos en lo que al idioma se refiere, lo emocional. Todo este rollo viene a que cuando cambiamos de año, acabamos de entrar en el 2025, todos nos hacemos nuevos propósitos. Mi propósito de este año que acabamos de estrenar es estar y rodearme de gente que está.
🗣️Ser y estar durante el recién estrenado 2025. La profunda reflexión de @suerteasi para el primer 'Ángeles y sus demonios' del año⬇️ pic.twitter.com/zI5qPoBmmJ
— El Español - El Digital CLM (@eldigitalCLM) January 3, 2025
Se puede ser familia sin estar nunca en familia, se puede ser compañero sin estar nunca al lado de los compañeros, se puede ser pareja sin estar implicado en la pareja y se puede ser amigo sin estar donde deben estar los amigos. Si extrapolamos el concepto de lo privado a lo público, también verán ustedes notables diferencias; las más evidentes, las de las administraciones públicas. Se puede ser un servidor público- jueces, políticos, policías- sin estar desempeñando una función real y eficaz de servicio. Se puede formar parte de una organización política, sindical o caritativa sin estar ejerciendo ninguna labor de ayuda colectiva. Hay mil ejemplos, se les vendrán a la cabeza en cuanto piensen en ello.
Por eso quiero felicitarles este año nuevo invitándoles a estar. Estar en el sentido más amplio de la palabra. Estar presentes cuando seamos necesarios, estar disponibles cuando nos reclamen, estar cerca cuando sintamos que podemos ser un apoyo o un aliento, estar atentos a las alegrías, a las tristezas, a los gestos y a las palabras de las personas a las que queremos.
Y también reclamar a esos que nos rodean que estén, porque en el mundo de los afectos la carretera siempre tiene que ser de dos direcciones. Hay que estar y exigir que estén. Cambiemos esa habitual frase de "yo es que soy amiga, compañera, vecina..." -pongan el sustantivo que quieran- por esta otra frase: "Yo estoy como amiga, compañera, vecina...". Hagamos de este 2025 un año de presencias no de ausencias. Me llamo Ángeles y estos son mis demonios.