¿Alguna vez han pensado cómo se siente una persona mayor cuando consulta una guía turística? ¿Qué pasa por la cabeza de un nativo de otra lengua cuando necesita estudiar la Constitución Española? ¿Y si alguien con dificultades de comprensión lectora quiere presentarse a una oposición?
Más sencillo. Que todos llevamos muchísima prisa y nos cuesta un mundo entender el farragoso lenguaje administrativo o, simplemente, las noticias de contenido científico.
Divulgar es poner algo al alcance del público. Divulgar con pericia es hacerlo atractivo, divertido e interesante. Y divulgar con cariño es, además, modular el mensaje para que llegue también a las personas con barreras cognitivas. De esto se ha ocupado desde su origen la plataforma para la comunicación social de la ciencia Ciencia a la Carta, muchos de cuyos miembros mantienen vinculación profesional con la Universidad de Castilla-La Mancha.
A iniciativa de esta asociación independiente y sin ánimo de lucro y con el apoyo del Vicerrectorado de Política Internacional y Alianzas Globales, la institución puso en marcha en 2024 una experiencia piloto para adaptar noticias científicas a lectura fácil, conectando con las políticas de equidad, diversidad e inclusión impulsadas desde la alianza europea COLOURS.
El año se saldó con una decena de adaptaciones que no solamente están visibles en la web, sino que además fueron distribuidas a los medios de comunicación con el doble objetivo de sensibilizar y ofrecer al colectivo periodístico una oportunidad para procesar la información científica de forma ágil. En estas primeras semanas de 2025, el compendio verá la luz como boletín digital para facilitar su circulación en redes.
Impulsado por personas versadas en la divulgación inclusiva, el proyecto no habría sido posible sin la concurrencia de Plena inclusión Castilla-La Mancha, cuyo Servicio de Accesibilidad Cognitiva se ha ocupado de la adaptación de los textos, de acuerdo con la norma UNE, en aspectos relacionados con la redacción, el tipo de letra, los colores o la maquetación.
Entorno Fácil, que es como se denomina este servicio, se ha encargado también de la parte más importante (a menudo descuidada): la validación. Es el proceso por el que varias personas con dificultades de compresión lectora dan el visto bueno a los textos adaptados. La noticia queda así apta para la publicación junto al logo europeo de lectura fácil, un icono con fondo azul que identifica este tipo de adaptaciones.
La Universidad de Castilla-La Mancha ha logrado ampliar el alcance de la comunicación institucional con una iniciativa que bien podría incorporar canales de audio o de vídeo para que ninguna persona con dificultades, del tipo que sean, tenga restringido el acceso a una información científica que es abundante, interesante, útil y rigurosa, tal y como viene mostrando el Área de Comunicación desde hace cuatro décadas.
Qué gran momento, en este año conmemorativo del primer curso académico, para considerar la adaptación a lectura fácil de normativas, impresos y otros documentos de interés para el estudiantado, cada vez más diverso. Ahora que los vientos de cambio auguran grandes avances en reputación institucional e imagen pública, debería ser preceptivo adaptar también la información más visible, la que rinde cuentas del quehacer de la comunidad universitaria en docencia, investigación o transferencia, en deporte y cultura, en sostenibilidad o en internacionalización, áreas de las que se esperan grandes noticias en 2025.