Nacho Hernando, el consejero de Fomento de CLM, ha acusado de plagio a Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, y a uno le parece una buena noticia. "Lo que no es tradición es plagio", defendía Josep Pla en Literatura, porque para plagiar había que tener muy buena memoria. Ahora la inteligencia artificial te soluciona desde una conferencia a una tesis doctoral y ese es el pecado que achaca Nacho Hernando a los fontaneros de Génova trece: han copiado vía ChatGPT las propuestas que en diciembre llevó García-Page a conferencia de presidentes de Santander, lo cual, repito, a uno no le parece ni mucho menos mal, porque demuestra que en los dos grandes partidos han sido siempre, desde los comienzos de la Transición, pese a quien pese, muchas más las ideas y soluciones que les acercan que las que les separan. Eso sí, llegó Pedro Sánchez y no ocultó a nadie, porque lo hizo en su discurso de investidura, que la esencia de su programa se resumía en levantar un muro para colocar de nuevo a los españoles en pleno siglo XXI en dos bandos irreconciliables. Por eso, que un joven consejero socialista reconozca que el PP plagia sus propuestas en una materia tan importante como la vivienda es una gran noticia.
En Europa Occidental, desde la II Guerra Mundial, el sistema indiscutido ha sido la democracia liberal, basada en la existencia de dos grandes partidos que desde posiciones centristas ofertaran a los ciudadanos soluciones de izquierda y derecha. Socialdemocracia, al fin y al cabo, de derechas e izquierdas con el Estado del Bienestar como centro. Hasta la irrupción de los populismos a izquierda y derecha en la segunda década del siglo actual nadie ha puesto en cuestión la validez de un sistema político que, como todo lo que proviene de la especie humana, no está exento de defectos, pero que está demostrado en la práctica que es el menos malo de todas las formas de organización de la vida política y social.
Desgraciadamente para los españoles de la tercera década del siglo XXI, cuando parecía que los populismos perdían fuerza, la irrupción del sanchismo como manera de ejercer el poder a costa de cualquier precio y basada ideológicamente en el principio de la división y el enfrentamiento visceral se ha instalado entre nosotros como algo que, desgraciadamente, muchos ven como inevitable e irremediable. Por eso, en ese panorama de ruptura y enfrentamiento, el que unos y otros se plagien le da a uno esperanzas de que no todo está perdido.
Ojalá, con IA o con el copieteo de estudiante de toda la vida, el plagio se extienda y todos sin excepción se copien. Será buena señal que solo nos peleemos por el copyright. ¡Viva el plagio y el copieteo!