Sin novedad en el Alcázar ya no es solo el título de una película de propaganda fascista. En los últimos años esta frase también se ha convertido en el sino de este edificio histórico, por lo menos de la parte que hoy está ocupada por el Museo del Ejército. Dos años y medio con el cartel de ‘cerrado por obras’ colgado en el grueso del recorrido de este museo así lo atestiguan. Lo que empezaron siendo unas meras «tareas de mantenimiento integral», allá por septiembre de 2022, se han convertido en una suerte de obras del Escorial 2.0. Sin novedad en el frente, por seguir con el símil cinematográfico.
La primera pregunta que cabe hacerse es la de por qué está cerrado el Alcázar. Para responder a esta cuestión hay que retroceder hasta el verano de 2022, cuando un incendio -sin importancia, según se dijo entonces-, obligó al Ministerio de Defensa a cerrar dos salas. En concreto, la de 'La restauración monárquica' y la de 'El siglo XX'.
La cosa se debió ir complicando y, para más inri, en enero de 2023 a estas obras se les unió el proyecto de digitalización integral del edificio y la idea de crear dos salas nuevas: una sobre el ejército en la actualidad y otra sobre música militar, de las que tampoco tenemos novedad alguna.
¿Conclusión? Pues que, casi 30 meses después, Mambrú parece ser que no ha vuelto de la guerra y lo del Alcázar ha pasado la delgada línea roja que separa el retraso en unas obras de la total dejadez institucional. Me surge aquí otra pregunta: ¿Se tardaría tanto en terminar unas obras si este museo nacional en lugar de estar en Toledo estuviera en Madrid o Barcelona? ¿Qué opina usted, querido lector?
Dejadez institucional que provoca cabreo popular. Esta columna surge precisamente del cabreo que genera la misión imposible de organizar algo tan habitual como una visita escolar al Museo del Ejército. Me lo contaba hace unos días una amiga profesora, a la que llevan mareando con posibles fechas desde el otoño. La última que le dieron fue diciembre, pero que mejor llamara en enero. ¿Y qué le han dicho en enero? Pues que, ya si eso, llame en marzo.
Hasta entonces habrá que conformarse con que se mantengan abiertos al público los espacios exteriores y alguna que otra cosilla más. En cuanto a qué pasará en marzo… se verá.