![Emiliano García-Page, entrevistado este lunes por Pablo Motos en El Hormiguero.](https://s1.elespanol.com/2025/01/28/eldigitalcastillalamancha/opinion/919918335_252657669_1024x576.jpg)
Emiliano García-Page, entrevistado este lunes por Pablo Motos en El Hormiguero.
Toda España pendiente de Page, que arrasó en El Hormiguero y Pablo Motos suspendió hasta la tertulia
Hay que rendirse a la evidencia. El tirón nacional de Emiliano García-Page está en fase lunar creciente. Más allá de Pedro Sánchez, el presidente de Castilla-La Mancha es el líder del momento en el PSOE. Permítanme la hipérbole: su perfil de político maduro que vende sensatez allí donde todo es sanchismo, confusión y enredo, con la vida pública española en trance de demolición degenerativa, va camino de convertirse en un fenómeno que todavía está por explorar. Miremos al futuro.
Sólo así se explica el pelotazo del estreno de Page este lunes con Pablo Motos en El Hormiguero, a notable distancia de La Revuelta de David Broncano (y su invitadísima estrella Alejandro Sanz) y con una goleada particularmente contundente en Castilla-La Mancha. Page, o sea, está intratable: mediática y popularmente tal vez como nunca antes. Ser el mayor antisachista del ruedo nacional se ve que da muchas ventajas.
Estos son los datos: 16,5 de cuota de pantalla para El Hormiguero en el conjunto de España frente al 15,1 de La Revuelta, y arrasando entre los castellano-manchegos con un 31,7 frente a un 10,6. Es decir, una media de 2,3 millones de espectadores y 4,9 millones de usuarios únicos: el programa más visto de la jornada y, ojo al dato, El Hormiguero más visto del mes. Page Top: las audiencias de un tipo que cae bien y tiene un futurible en el corazón de mucha gente.
Así que, quitando a ese inexplicable milagro televisivo que es Miguel Ángel Revilla (la gente ve cosas muy raras en la tele y se queda obnubilada) y si sacamos a Isabel Díaz Ayuso de esta bonita ecuación, la España autonómica es Page y viceversa, y en ese plano no hay un solo dirigente con la pegada del líder castellano-manchego, al que habrá que seguir de cerca en la etapa llamada del postsanchismo, esa incertidumbre de la que tanto habla Felipe González. Que vaya Sánchez a El Hormiguero y a ver qué cuota saca.
¿Y por qué esa popularidad tan disparada? Un misterio: Page no es especialmente guapo, ni personalmente arrollador, ni particularmente simpático (un poco sí), ni se sale de su argumentario clásico. Ni tampoco es rompedor y ni siquiera ha sido capaz de poner nunca en ningún apuro serio a su ya eterno contrario Pedro Sánchez… pero tiene algo, un no-sé-qué, un talento, un "toque lubitsch", que está enganchando en el ruedo nacional y se lleva de calle al personal. La cámara le quiere y anoche incluso alargaron el programa hasta una hora y cuarto, más o menos, para darle más bola al festival de las audiencias. Todo esto promete muchos más telediarios.
Este lunes, en fin, era la primera prueba de fuego de Page con Pablo Motos y la noche fue tan bien y tan redonda que, viendo la jugada, incluso suspendieron inusualmente y sobre la marcha la tertulia que ya estaba anunciada con Susi Caramelo, Marron, Luis Piedrahita y El Monaguillo. Lo que funciona no se cambia y Page estaba funcionando. Hay que reconocer que el gran Motos llegó entregado a la entrevista, simpatizando abiertamente con el presidente castellano-manchego, pero el gran mérito de Page fue mantener el tipo una hora y pico en directo, en plena hora punta de la tele, sin aburrir en ningún momento, dando titulares y entretenimiento, y respondiendo a todas las preguntas, con momentos de ternura, de acidez, de risas, de sarcasmo y, por supuesto, de antisanchismo, que es el último refugio que nos queda.
Informal, sagaz, calculador, dicharachero, reflexivo y también dubitativo a veces, cómodo y con todo a su favor, Page aguantó la posiblemente más larga entrevista televisiva de su carrera con el talante del momento cumbre que está viviendo y dejándose preguntar por la familia, por sus padres, su hermano gemelo Javier y hasta por el doctor House y las iluminaciones del Quijote. Aquella, por ejemplo, tan aplicable a nuestros días, de llegar a Barcelona, recuperar de pronto la cordura y volverse ya iluminado a casa. El reposo del guerrero: regresar a ese lugar del mundo del que nunca debimos salir.
Todo un show: Page volverá a El Hormiguero y el espectáculo continuará, amén.