Pedro J. Ramírez ha mirado de frente a Castilla-La Mancha y se ha encontrado con nosotros: El Digital CLM. Hay un proyecto común, una gran apuesta periodística y un enorme cariño por nuestra tierra, y toda esa mirada de presente y de futuro se ha plasmado en un acuerdo ilusionante y lleno de todas las expectativas del mundo. Emocionante a más no poder y con toda la vocación de periodismo y de servicio público que cabe en nuestros corazones. El Español de Pedrojota ha entrado en El Digital y nos va la vida en ello, como siempre. Toda la pasión por el precioso oficio de contar historias y por nuestra tierra castellano-manchega, toda la intensidad de cada día y todos los colores de la actualidad en una aventura maravillosa que, quince años después de echar a andar, lleva a El Digital a dar un triple salto y mirar hacia el futuro con la ilusión intacta del que lo tiene todo por hacer y se emociona como si de nuevo volvieran todas las primeras veces: el primer proyecto, la primera Redacción, la primera noticia, la primera columna, el primer lector. El primer periódico, qué hermosa emoción. Pura adolescencia. Qué sensación de renacimiento y alegría y qué precioso proyecto en común este que ahora ponemos en marcha de la mano El Digital CLM y El Español.
Un camino juntos que es toda una aventura: El Español, con todas sus resonancias orteguianas y los ecos de su amor por una forma de ser nosotros mismos y de entender el periodismo, y El Digital, el proyecto más personal y emocionante de mi vida profesional y el barco en el que llevamos navegando quince años un maravilloso grupo de periodistas y colaboradores con dos grandes afectos compartidos: el mejor oficio del mundo y la tierra en la que nacimos y nunca abandonamos. Esther Esteban, César García, Javier de Pablos, Alberto Morlanes, Daniel Gutiérrez, Alberto Molero, María López y tanta buena gente que ha pasado y pasa por El Digital y a los que solo puedo estar agradecido. Mi vida periodística alcanza ya los treinta y tantos años y siento ahora el sencillo latir emocionado de mi corazoncito de reportero como si lo mejor estuviera por llegar y algo apasionante fuera a empezar de nuevo: el abrazo de El Español y El Digital nos ha puesto en la órbita de mirar al día y querer salir a contarlo entero con el mismo orgullo y la emoción que jamás olvidaré haber sentido al ver escrito mi nombre por primera vez al pie de una noticia en una página cualquiera de un periódico echado al mundo como un barquito de papel en un mar siempre embravecido. Ese mar turbulento pero precioso que es la vida.
Pedrojota, cuarenta años de director de periódicos y una referencia para varias generaciones de periodistas que vivimos los ochenta desde la Facultad y queríamos salir a la vida con un cargamento de vocaciones por contar el mundo desde donde fuera, es uno de los maestros indiscutibles del oficio desde la Transición a nuestros días. Uno de los tres o cuatro grandes directores de periódico en España en todas estas décadas: es decir, un tipo emblemático y un periodista que lo ha enseñado todo y es un modelo y una escuela de periodismo para tantos de nosotros. Es un orgullo ahora iniciar esta aventura conjunta con él y conjugar este ya largo camino de El Digital con ese gran periódico que es El Español y tener la idea y la firmeza de lanzarnos juntos a esta enorme aventura de abrir una nueva dimensión y seguir contando el mundo como mejor podamos sin perder esos dos grandes amores de juventud, que son los amores de nuestras vidas: la tierra y el oficio.