Patti Smith. M Train
Si como yo, lo primero que lee de alguien es M Train, sin saber quién es la autora ni la historia que tiene detrás, nunca diría que en los años sesenta y setenta del siglo pasado fue uno de los nombres clave del movimiento punk. Y es que este libro son unas memorias en las que el aliento poético se impone en una mezcla de añoranzas de los cafés que la autora ha visitado en toda una vida y los viajes a las tumbas de poetas, artistas y escritores como Rimbaud, Jean Genet, Silvia Plath, Mishima o Frida Kahlo. Y todo ello dominado por una evocación en la que los sueños imponen un ritmo propio a la descripción. Desde luego, aquellos que por el contrario conozcan la trayectoria vital de la autora como cantante, dramaturga, música, pintora y diva del rock, autora de temas compartidos con el mismísimo Bruce Springsteen o pareja de Fred Sonic, quizá no vivan la misma sorpresa.
Patricia Lee Smith (Chicago 1946) tiene tras de sí una carrera en el arte que comenzó con su encuentro en los años sesenta con el fotógrafo Robert Mapplethorpe, su paso por el París de la época y su vuelta a Nueva York donde estuvo presente prácticamente en la totalidad de los movimientos musicales y artísticos de aquellos años. A partir de entonces las exposiciones de fotografías y dibujos alternaron con las giras musicales y la grabación de los once álbumes que componen su currículo musical en el que el punk, el rock y la poesía son los elementos fundamentales de su impulso artístico. En España, además de este M Train, un libro de 2015, tiene publicado Éramos unos niños, que mereció la distinción del National Book Award en 2010.
El nudo de unión de todos los escritores y artistas que desfilan por estas memorias poéticas son los cafés por los que Patti Smith ha pasado a lo largo de su vida, desde el Ino en Nueva York a los cafés de medio mundo siguiendo el rastro de Roberto Bolaño, Akira Kurosawa o el mismo Tolstoi. Entre clásicos y modernos, entre los sueños de la autora y la realidad de los lugares retratados por la básica Polaroid, la evocación de la Patti, doblemente Smith, impone una lectura y una visión del mundo que acaba imponiendo una mirada nueva y muy particular sobre el lector que asiste a su viaje. La máquina de escribir de Herman Hesse, el bastón de Virginia Wolf, la tumba de Jean Genet o la de Akutagawa, la visita en Tánger al último Paul Bowles son algunas de las etapas de un viaje que siempre conserva ante todo la particular mirada de la autora. Nadie diría que esta mujer fue algún día una de las musas del punk. Ningún demonio que altere su mirada angélica sobre la vida.
Patti Smith. M Train. Traducción de Aurora Echevarría Pérez. Editorial Debolsillo. 2018. 284 páginas. 9,95€