Todos los años, por las fiestas de Mondas de Talavera de la Reina y desde hace ya treinta y un años, se publica una reproducción de una publicación antigua o un estudio sobre alguno de los muchos aspectos que aparecen en estas fiestas que se ligan a ritos ancestrales. Dirige la colección desde sus inicios Ángel Ballesteros Gallardo, uno de los investigadores que ha más ha aportado a la recuperación y el auge de estas fiestas.
Gamonal es la población que mantuvo, en los tiempos en los que el rito y la fiesta pasó por sus peores momentos, su esencia. No en vano, el intercambio de bastones de mando que hoy se hace con todos los alcaldes de la comarca, en origen, se hacía con el alcalde de esa población, hoy perteneciente a Talavera como Entidad local menor, y el mayor símbolo de la fiesta es el carrito adornado de banderitas y tirado por dos carneros que cierra el cortejo todos los años. Todo lo demás, las figuras en origen de cera y otras ofrendas con diversas representaciones que traen a la Virgen del Prado todos los otros pueblos, se han recuperado en los últimos años. El carrito de los carneros siempre estuvo presente. Muchos años fue la única muestra de que había fiesta en Talavera en la semana de Pascua. Los gamoninos ni un solo año faltaron durante los años de decadencia a su cita tradicional. Si alguien tiene la culpa de que no desapareciera la ofrenda de Mondas, esos fueron los vecinos de Gamonal, fieles a la tradición y al rito de la ofrenda.
Hoy, son muchas y variadas las muestras del folclore que los pueblos aportan al cortejo y las agrupaciones de todo tipo que traen a Talavera una muestra de las costumbres locales de las viejas Tierras de Talavera en el desfile del sábado de Mondas. Entre ellas son varias las que traen sus soldadescas, esas formaciones variopintas y coloridas que tienen su origen en su mayoría en las Cofradías de Ánimas y otras obras pías ligadas a la Iglesia y las obras de caridad. Y entre ellas esta de Gamonal a la que la profesora Asunción Reyes ha dedicado un documentado estudio sobre sus orígenes y sus actividades.
En un principio estas formaciones, también llamadas “suizas”, por el colorido y la semejanza con las compañías de mercenarios suizos integradas en los ejércitos en la Europa de los siglos XVI y XVII, que desfilan con disciplina militar acompañados de música propia, se dedicaban a la recaudación de limosnas para nutrir de fondos a las Cofradías de Ánimas, encargadas de asegurar un entierro digno a todos los vecinos de una población. Eran el recurso principal para que estas sociedades de socorros mutuos del Antiguo Régimen pudieran desarrollar su labor y fueron muchos los pueblos que las impulsaron. Hoy, su valor etnológico y folclórico es indudable y muchas de ellas aún perviven en nuestra comarca. En Gamonal, como en Valdeverdeja, Segurilla, o Alcaudete, por citar solo cuatro ejemplos se mantiene la tradición, despojada ya de su función de sustento de las cofradías encargadas del entierro digno de sus vecinos.
La de Gamonal, desde la recuperación de las Mondas, nunca ha faltado a la cita con la fiesta. Aquí queda el homenaje que una de sus paisanas ha dedicado a todos los que año tras año mantienen la tradición.
Asunción Reyes Corrochano. Una cofradía de ánimas en las Mondas. La soldadesca de Gamonal. Ed. Ayuntamiento de Talavera de la Reina. Faccsímiles de Mondas. Número 31. 2019. 56 páginas.