En el año 1932, Luis Buñuel, que ya vivía en París inmerso en los ambientes surrealistas, concibió el proyecto de rodar un documental denuncia sobre la comarca cacereña de Las Hurdes. El resultado fue 'Las Hurdes, tierra sin pan', su tercera película y una rareza dentro de su filmografía. Su siguiente película tardaría años en llegar, con la Guerra Civil por medio, ya en Méjico, cuando retomaría su carrera cinematográfica, convertida ya en su profesión y muy alejada de estos comienzos de cine imposible. Su siguiente obra, diecisiete años después, sería 'Los olvidados', en la que rasgos como la denuncia social y la vocación documental de 'Las Hurdes, tierra sin pan' son evidentes aún.
La novela gráfica, ideada y dibujada por el extremeño Fermín Solís (Madroñera, Cáceres, 1972), cuenta la aventura de Buñuel y el grupo de amigos que le acompañaron en la concepción y el rodaje de un documental que se convertiría en una película única en su carrera. Tras una primera versión del cómic vino un corto de animación sobre la historia, en 2015, y luego el largometraje, que en estos días opta a un Oscar con el título del mismo TBO, 'Buñuel en el laberinto de las tortugas', dirigido por Salvador Simó y producido en unos estudios de Almendralejo.
El título hace alusión a la impresión del equipo de rodaje ante la visión de los tejados de pizarra de algunas de las aldeas y alquerías hurdanas que recorrieron en aquel verano con el joven Buñuel: Ramón Acín, que puso el dinero; el fotógrafo Eli Lotark, que más tarde haría una gran carrera en el mundo de los documentales; y Pierre Unik, fallecido en 1945 por un alud tras haberse librado de la muerte al escapar de un campo de concentración nazi.
Pero quizás el mayor acierto de la historia de Fermín Solís es reflejar el mundo bajo el prisma surrealista de Buñuelen un momento, con un tipo de cine y con una historia que a primera vista estaba muy alejada de aquellos ideales de “señoritos diletantes de París”. Luis Buñuel fue uno de los pocos que en el ámbito del cine supo conservar a lo largo de toda su vida, ante cualquier tema, una visión del mundo y una estética que le hacen distinto a cualquiera. Solís, a través del recurso a los sueños, a su mundo estético, a su moral surrealista y contradictoria, construye un Buñuel creíble como base de todo el relato. No es extraño que la historia no se haya quedado en una mera historieta.
En esta última edición a todo color del cómic, se añaden unos fragmentos de la primera versión en blanco y negro.
Fermín Solís. 'Buñuel en el laberinto de las tortugas'. Ed. Reservoir books. 2019. 156 páginas. 17,90 €.