En este repaso que me he propuesto a la obra de don Benito Pérez Galdós en el año del centenario de su muerte, elijo un Episodio Nacional de la segunda serie, 'El terror de 1824', después de leer un comentario de Andrés Trapiello en su 'Hemeroflexia'. Me es fácil localizar una buena edición, en este caso de Círculo de Lectores, a buen precio en Internet.
Escrito en 1877, 'El terror de 1824' se centra en las represalias desatadas tras el Trienio Liberal o Constitucional por el renacido Fernando VII, tras su “marchemos francamente por la senda constitucional”, su declaración de incapacidad y su vuelta como rey de bastos con su ¿Con qué estaba loco? Los episodios precedentes, 'Siete de julio' y 'Los cien mil hijos de San Luis', se han encargado de narrárnoslo con los cambios de protagonistas que en el comienzo de esta serie ha decidido don Benito: “Al plantearse la Segunda Serie de otras diez novelas –nos dice Pedro Ortiz-Armengol en 'Vida de Galdós'- Galdós abandonó su plan inicial de hacer de Gabriel Araceli su héroe desde 1805 hasta el final de 1840 y la guerra carlista. Debió ver -con acierto- que era demasiada carga para un solo protagonista… Para el cambio de protagonista influiría también lo que pronto lamentó Galdós: haber hecho de Araceli un narrador-protagonista, lo que restaba verosimilitud al don de ubicuidad del mozo, que tenía que estar presente en demasiados sitios y en cortos plazos…”.
En el que es el decimoséptimo Episodio Nacional son los protagonistas, con Salvador Monsalud en el exilio, don Patricio Sarmiento, Solita Gil de la Cuadra, don Benigno Cordero y su hija Elena como héroes positivos, y Juan Bragas, el coronel Garrote y tantos otros personajes sacados de la caverna del absolutismo que conforman el grupo humano en el que se apoyarán los comienzos de la década ominosa.
Comienza el episodio con la llegada a Madrid del derrotado Rafael del Riego y acabará meses después con el paso por el cadalso del descabellado y quijotesco Patricio Sarmiento, verdadero eje central del episodio y personificación de lo que el liberalismo supuso en la España del XIX con su carga de idealismo y muchas veces alejamiento de la realidad nacional.
Desde luego, es Patricio Sarmiento uno de esos personajes que, al contrario de lo que se pudiera pensar al salir de la mano de un escritor “realista” como Galdós, viven en las nubes y fuera de toda razón. Galdós, tan realista como Cervantes.
Benito Pérez Galdós. El terror de 1824. Círculo de Lectores, 1996. 304 páginas.