Quien sigue este blog sabe que hay escritores que uno lee y relee. Galdós, Pla, Léautaud, Chéjov, Cervantes, Lope… Otro es Pío Baroja. Ahora ando de nuevo con sus memorias, Desde la última vuelta del camino, los dos primeros tomos de su 'Obra Completa' publicada por Círculo de Lectores a finales de los años noventa, dirigida por José Carlos Mainer, que es uno de los autores de uno de los tres libros sobre Baroja que ya comenté en su día y que reagrupo ahora en este tiempo de relecturas.
Los otros dos son un libro muy contrario a Pío Baroja pero muy divertido y que uno, si es admirador de don Pío, no tiene que dejar de leer, porque la erudición y el conocimiento de su vida y su obra que despliega son admirables y el clásico 'Los Baroja', del sobrino Julio Caro Baroja, unas memorias familiares que desde su publicación son un modelo. Con cualquiera de los tres seguro que disfrutarán de muy buenos ratos.
Pío Baroja. La biografía de un escritor.
Hace unos meses, tras leer la autodenominada biografía no autorizada de Pío Baroja “Baroja o el miedo”, de Eduardo Gil Bera, ya comentada en este blog, se le quedó a uno un regusto amargo, porque si por una parte su autor tiene un sentido del humor que a uno le lleva a esperar con ansia en cada página el retruécano con que dará la vuelta al suceso más nimio en la vida de Don Pío, por otra tras su lectura tiene la sensación de que el autor destila un rencor hacia su biografiado que es difícil de explicar. Mucho más viniendo de alguien que demuestra un conocimiento de su obra poco común. Coincidió aquella lectura con una reedición del clásico “Los Baroja”, de Pío Caro Baroja, de la que guardaba un recuerdo situado en mi mapa mental en las antípodas sentimentales de la biografía de Gil Bera. Le faltó tiempo a uno para intentar compensar aquella lectura con la del libro dedicado a toda la familia Baroja, pero en la que no podía ocurrir de otra forma, don Pío ocupa el lugar central. Es verdad que me conformé con adquirir la nueva edición y esperar un momento en que volver a él, aunque ahí estaba y ahí está para su nueva lectura.
Mientras tanto, en el corriente año, la editorial Taurus, en colaboración con la fundación Juan March, ha puesto en marcha esta colección que por lo visto tiene como fin el “desarrollo del género biográfico” bajo el título “Españoles eminentes”, que se ha abierto con la dedicada al denostado don Pío. También a uno le ha faltado tiempo para adquirirla, mucho más teniendo el aval de su autor, que no es ni más ni menos que el máximo especialista en su obra y que ante todo ha hecho lo que cualquier lector espera de la biografía de un escritor: un análisis de su obra a través de su vida; que no otra cosa es por lo que seguimos leyéndolo.
José Carlos Mainer se ha alejado en esta biografía de todo aquello de lo que abusa Gil Bera, o se abusa hoy en ese periodismo que busca en el escándalo la manera de enganchar al posible lector. Una biografía como la de Baroja es difícil que por ese lado pueda abrirse camino para convertirse en un récord de ventas, porque si hay una biografía que “transpira, rutina, sencillez y lo que me atrevería a llamar domesticidad”, esa es la de Baroja, en palabras del autor en el prólogo de la última edición de las obras completas de Baroja realizadas en 1997 por Círculo de Lectores.
En ese prólogo general, que recomiendo a cualquiera que quiera acercarse a la obra de don Pío, José Carlos Mainer dejaba constancia de su conocimiento de lo que a cualquier lector debe importar de verdad de cualquier escritor, y en esta biografía, a la que sin duda uno acudirá una y otra vez para profundizar en la obra de Baroja, lo confirma. Una tras otra, desde “Vidas sombrías” hasta sus últimas novelas mediatizadas por la decadencia física e intelectual de Baroja, José Carlos Mainer dicta una lección magistral de lo que debe ser una biografía de un escritor, a través de la lectura de lo único que de Baroja hoy nos importa a sus lectores. Lo demás, mejor en Tele 5.
José Carlos Mainer. Pío Baroja. Ed. Taurus. 2012. Colección Españoles Eminentes. 455 pags. 20 euros.
Baroja o el miedo. Eduardo Gil Bera.
He tardado más de diez años en leer esta obra de Eduardo Gil Bera, publicada por Península en al año 2001, y subtitulada como “biografía no autorizada” porque sabía que me enfrentaba a una implacable obra en contra de Pío Baroja sin ningún resquicio a su favor. La verdad es que no me apetecía demasiado cooperar con un proceso en contra de uno de mis autores favoritos. Sin embargo, la oportunidad de encontrar la obra a un precio de ganga en una librería de Internet me ha puesto en faena, algo de lo que ni mucho menos me arrepiento. Todo lo contrario, porque la de Eduardo Gil Bera es ante todo una obra sumamente divertida que rezuma humor aunque a veces, la sonrisa venga forzada por la “pasada” del autor a todo lo que huela a Baroja y a los Baroja.
Uno, la verdad, ya sabía que Baroja, ni como hombre ni como escritor, puede ser tomado como un modelo de coherencia y respeto a lo que él mismo tantas veces predica. No hace falta haberle leído a fondo para constatar el cúmulo de contradicciones, vueltas y revueltas que contiene su vida y su obra. Hoy dice blanco y refunfuña contra lo negro y mañana puede estar manteniendo todo lo contrario. Su misoginia, antisemitismo, anticomunismo… y tantas fobias más de viejo cascarrabias, es algo patente y que no necesita de ningún libro para mostrarlo, aunque sea un libro tan inteligente, mordaz, divertido y de tanta mala leche contra todos los Baroja como este de Gil Bera. Uno, la verdad, ha pasado muy buenos ratos con Gil Bera echando las cuentas a Baroja, rastreando su paso por las notarías o huyendo como el gato escaldado de cualquier cosa que oliera a compromiso y buscando en cualquier afirmación la constatación de que era justamente lo contrario lo que en realidad defendía. Me temo que si Gil Bera cae encima de cualquiera, el revolcón estaría asegurado.
Trapiello, en el último libro comentado aquí, tiene un artículo magistral dedicado a este libro de Gil Bera con el título de “Barojicidio”, que sin ninguna duda es lo mejor que he leído sobre él. Está claro que el autor ha debido ser un barojiano fanático porque es imposible conocer tan bien a un autor sin haberle leído con la intensidad que demuestra el conocimiento de toda su obra. Lo que se hace un poco cuesta arriba es que un lector tan perspicaz y rendido como en algún momento debió ser Gil Bera sea incapaz de reconocer al menos una sola virtud en la obra de Don Pío. Nada, ni "Santi Andía", ni "La busca" ni las memorias “Desde la última vuelta del camino”; nada, todo una obra montada sobre la falsedad y la mentira y el infinito miedo que guió su vida. Tantos miles de lectores errados, engañados y equivocados por Baroja… Menos mal que, como decía antes, el humor de Gil Bera salva todo lo demás.
Eduardo Gil Bera. Baroja o el miedo. Biografía no autorizada. Ediciones Península, 2001. 446 páginas.
Los Baroja. Julio Caro Baroja.
Publicadas por primera vez en 1972, estas denominadas memorias familiares fueron recuperadas con buen acierto por la editorial RBA el año pasado, porque sin duda se trata de uno de los libros de memorias mejor escritos del siglo pasado. Julio Caro Baroja (1914-1995), hijo mayor del matrimonio formado por el editor Rafael Caro Raggio y Carmen Baroja, sobrino por tanto del escritor Pío Baroja y el pintor Ricardo Baroja, además de uno de los padres de la Antropología y la Etnología española, comenzó a escribir estas memorias familiares, según confiesa en el prólogo, a partir de la desaparición de su madre y sus tíos, “viendo el mundo casi desde la sepultura” con la mirada del “solterón grafómano” lleno de achaques y alifafes:
“Cuando en 1957 había hecho liquidación casi total de la familia, con mis cuarenta y dos años, pensaba que la vida sería ya cuestión de rutina. Después he seguido trabajando fuerte y al borde de los cincuenta y siete años de existencia, eché mano de las carpetas amarillentas de la época de la liquidación y me encontré con la sorpresa de que me parecían pobres, desabridas, con algo aprovechable, pero mal desarrollado y diminuto. Acaso mi salud sea mucho más floja que hace catorce o quince años: pero resulta que mi ánimo es mejor y que noto una capacidad de recordar menos esquemática, flaca y atormentada que entonces. Me he puesto a escribir de nuevo, a ampliar en detalles mis recuerdos y he triplicado o cuadruplicado el original primero. Lo he hecho en el verano de 1971…”.
En cuanto al carácter del libro, don Julio se confiesa y no trata de engañar a nadie, como parece que se sintió tras su lectura el irascible y sarcástico Eduardo Gil Vera, autor de la “biografía no autorizada de don Pío, “Baroja o el miedo” ya comentada en este mechinal cibernético:
“Fácil es predecir, por lo que llevo dicho hasta ahora, que este libro será dulce y lleno de blandura cuando se toquen en él temas de la vida familiar y de la vida individual, gozoso al recordar sensaciones de ambientes naturales y paisajes; no poco áspero y amargo (tal vez injusto), al tratar temas públicos o de la vida social, porque en ella he encontrado repetidas veces motivos personales de repugnancia. Esto incluso antes del año 1936, antes de nuestra guerra civil. Con el comienzo de aquella contienda pongo tope a mi vida intensa. Al trauma”.
Un carácter marcado siempre por el pesimismo vital, la hipocondria y la falta de instinto social que le hace ver la vida desde la vejez antes de cumplir los sesenta:
“Después de la crisis durante la que empecé a escribir estos recuerdos, me sobrevino otra de tipo orgánico. Los cuarenta y cinco años acabaron con toda ilusión de juventud. La vitalidad se me fue a chorros. Comprendí entonces bien lo que podía ser la vejez y ahora, claro es, lo comprendo mejor”.
Pero, por encima de ese pesimismo, siempre aparece el humor, el gracejo del hombre capaz de mirar a la vida desde su lado más grotesco y chocante con un desfile de personas y personajes que componen una verdadera galería de época. Memorias memorables a la altura de la familia que les da nombre.
Caro Baroja, Julio.: Los Baroja (memorias familiares). Ed. RBA. 2011. 542 páginas. 32 €.