Adolfo Suárez en el año 1979
El buen periodismo acaba siempre siendo un auxiliar fundamental de la historia. Gregorio Morán hizo el primer acercamiento a la figura de Adolfo Suárez cuando estaba en pleno ejercicio de sus años de poder y en realidad era un gran desconocido para la mayoría de los españoles. Su designación para sustituir a Eduardo Arias Navarro en julio de 1976 fue una gran sorpresa, incluso para los que qué creían conocer las entrañas del régimen y sólo hay que mirar los periódicos de aquellos días para darse cuenta de ello. Luego, cuando todo el mundo se preguntaba, con el curso de los acontecimientos que llevaron a España del franquismo a la democracia, de dónde había salido aquel político, Gregorio Morán fue uno de los primeros en revelar muchas de las incógnitas que rodeaban su persona.
El gran mérito de este libro, visto desde hoy, cuando ya la historia de la Transición y de sus protagonistas, está prácticamente escrita, es haber conseguido el que sea muy difícil rectificar la gran mayoría de lo que entonces recogió el autor. Un autor, que por otra parte en 2009, cuando Adolfo Suárez vivía sus últimos años entre el reconocimiento público y el olvido propio, volvió sobre su figura con el titulado, Adolfo Suárez, ambición y destino, un libro que leeré, movido por los buenos ratos que este primer acercamiento de Gregorio Morán me ha producido.
Y es que tanto el estilo como el fondo de esta obra son de los que hacen lectores, pues el autor despliega, al lado de una gran cultura histórica unas dotes para la investigación y el manejo de fuentes periodísticas que asombra y mucho más partiendo de las carencias de la época y de lo difícil de acceder a buena parte de esas fuentes. Si a ello se agrega un escepticismo constante ante los lugares comunes, un no casarse con nadie y una ironía que nunca falta, su lectura se convierte en un verdadero placer.
El libro es imprescindible para conocer la vida política y personal de Adolfo Suárez, antes de ser nada, cuando en sus propias palabras, luchaba a la manera de un chusquero de la política por buscar la vía que colmara su ambición política, porque ya se sabe que sin ambición un político no es nada. Y esa búsqueda de escalar posiciones estuvo siempre marcada por el padrinazgo de figuras como Fernando Herrero Tejedor, Torcuato Fernández Miranda, Solís, el propio Carrero Blanco, siempre en definitiva, al rebufo de gentes del Movimiento, del Opus Dei, del franquismo, pero también con la visión clara de que el futuro estaba en el príncipe Juan Carlos y no en Franco.
Incluso tras su llegada al poder, Morán sabe ya ver cómo Suárez, afirmado con los éxitos del referéndum de 1976 y de las primeras elecciones de junio del año siguiente, comete los primeros errores llevado por la soberbia, como el del alejamiento de la tutela del rey Juan Carlos, que en los años siguientes supondrá su final.
En definitiva, un esplendido libro en el que el periodismo y la Historia con mayúsculas aparecen con un rigor y una amenidad que son raros en nuestro días.
Gregorio Morán. Adolfo Suárez. Historia de una ambición. Ed. Planeta, 1979. 402 páginas. 500 pesetas de la época.