De la lectura de esta novela, escrita por Stella Rimington, que se presenta como la ex directora de los Servicios de Inteligencia Británicos, tiene la culpa Pedro G. Cuartango y su Elogio de la quietud comentado aquí hace unas semanas. Entonces decidí que era un buen momento para leer novelas de los clásicos de espías como John Le Carre o dar un repaso a la nueva novela negra escandinava. Puestos a leer novelas, uno siempre ha optado cuando ha tenido necesidad de desintoxicarse por novelas de género y siempre he tenido algún Simenón y su comisario Maigret a mano. Ahora, he hecho acopio de algunas de las recomendaciones de Cuartango a través de ediciones de segunda mano y me he puesto a la faena. La verdad es que hasta ahora ninguna se me ha caído de las manos y algunas de ellas, incluso me han absorbido el seso como en mis mejores tiempos de fiebre lectora.
La invisible es una buena novela de suspense centrada en la posibilidad de la ejecución de un atentado terrorista islámico en el Reino Unido y los avatares, motivaciones e impulsos de un par de terroristas, uno de ellos una mujer joven de origen británico y otro, un terrorista adiestrado en Afganistán dispuesto a llevar a cabo una misión a toda costa. En la tradición de los autores británicos de siempre, tanto los terroristas como los miembros de los servicios de seguridad empleados en su caza, viven su proceso interior hacia su objetivo tan importante como la misma trama y la acción que llevan a cabo.
Pero si en las novelas clásicas de espías y servicios secretos que rivalizan entre sí eran viejos espías curtidos en el arte de desenvolver la madeja y procurar entender los pasos de su enemigo, en La invisiblela protagonista es una joven de nuestros días, Carlyle, que se mueve sin complejos en un mundo masculino. Pero será su capacidad para ponerse en el lugar del enemigo, de meterse en su piel y, cómo no, de saber llevarse por la intuición lo que acabará en un final, ni mucho menos previsible para unos y otros.
Pero el lector de estas novelas sabe que por encima de una trama que se desenvuelve o enreda de una manera más o menos verosímil está la capacidad del escritor para mantener eso que en las películas de Hitchcock se denomina el suspense. En cada página, la pregunta ¿qué pasará ahora? no puede faltar y en esta narración de Stella Rimingtonnunca falta. Lo demás se da por añadido.
Stella Rimington. La invisible. Traducción de Francisco Pérez Navarro. Ediciones Zeta, 2010. 376 páginas. Librerías de viejo en Internet.