Ben Macintyre (1963) historiador, periodista, columnista y editor del The Times, periódico para el que ha sido corresponsal en París, Nueva York y Washington, ha dedicado sus últimos libros a reconstruir la biografía de algunos de los principales espías del siglo XX a partir de la documentación desclasificada en los últimos años, de los archivos ingleses y de los diarios de algunos de sus protagonistas principales que han ido saliendo a la luz. Su primeros acercamientos al mundo del espionaje fueron el libro dedicado a Eddie Chapman, El Agente Zigzag, al que califica como el espía más asombroso de la II Guerra Mundial, Un espía entre amigos, dedicada a Kim Philby,y la biografía del creador del personaje de James Bond, Ian Fleming, uno de esos hombres que cambiaría los servicios secretos británicos por la literatura, como también lo harían John Le Carré o Graham Green. La BBC ha realizado muy buenos documentales basándose en ellos. Ben Macintyre se ha convertido en un especialista en biografías de espías.
En unos meses he leído, siempre con interés y sin que en ningún momento el aburrimiento haya aparecido, tres libros que a cualquier aficionado al género le pueden interesar. El primero de ellos es el dedicado a los espías del MI5 integrados dentro del sistema llamado de la doble cruz que hicieron posible el gran engaño que posibilitó el desembarco de Normandía. Un grupo que era en palabras del autor “una de las unidades militares más extrañas que se hayan reunido nunca. Incluían a una mujer de mundo, bisexual y peruana, un pequeño piloto de caza polaco, una francesa voluble, un serbio seductor y un español profundamente excéntrico con un título de criador de pollos. Todos juntos, bajo la guía de Robertson, proporcionaron todas las pequeñas mentiras que, juntas, crearon la gran mentira. Su éxito dependía la delicada y dudosa relación entre los espías y sus jefes, tanto alemanes como británicos.” Esos hombres y mujeres eran Elvira Concepción de la Fuente Chaudoir, Roman Czerniawski, Lily Sergeyev, Dusko Popov y Juan Pujol. Sus nombres clave, Bronx, Bruto, Tesoro, Triciclo y Garbo.
El segundo libro es la reconstrucción biográfica de Oleg Gordievski, un infiltrado del MI6 británico que llegaría a ser un alto mando de la KGB y que acabaría escapando de la Unión Soviética milagrosamente y convertido en uno de los grandes héroes de la Guerra Fría para unos servicios secretos británicos que habían vivido la humillación de la traición de hombres como Kim Philby o Anthony Blunt. Durante más de doce años había suministrado una inmensa cantidad de información que había cambiado el curso de la Guerra Fría y desenmascarado a redes de espías soviéticos en Occidente.
Y por fin la biografía de la espía soviética Ursula Burton, la agente Sonya, una mujer, madre de tres hijos, esposa ejemplar en la Inglaterra rural, donde prestaría sus últimos servicios a la causa, hasta que en febrero de 1950 escapó a la Alemania Oriental. Había nacido en una familia judía alemana en Berlín y había vivido por medio mundo en un mundo como el del espionaje, dominado por hombres y siendo al mismo tiempo esposa, madre, soldado y espía.
La historia secreta del Día D. La verdad sobre los superespías que engañaron a Hitler. Traducción Ricardo Artola. Editorial Crítica, 2012. 512 páginas. 22,90€
Espía y traidor. La mayor historia de espionaje de la Guerra Fría. Traducción de Efrén del Valle. Editorial Crítica, 2019. 416 páginas. 23,90
Agente Sonya. Amante, madre, soldado, espía. Traducción de Efrén del Valle. Editorial Crítica, 2021. 464 páginas. 23,90€