No era la de Manolo Escobar, ni la lengua larga y la falda corta de Joaquín Sabina. La minifalda corta, como los discursos de los políticos del concejal Castillo, tenía dueño y no es otro que “el viejo profesor” que como siempre ocurre en estos casos mejoraba la versión de noche de San Juan del concejal talaverano. EL DIGITAL CLM ha dejado las cosas en su sitio. El mismo PSOE del que forman parte el secretario local de Lominchar, y el presidente del grupo LGTBI de Toledo, que junto al secretario provincial de CCOO se constituyeron en tribunal inquisitorial, lo deja muy claro en su página web: el “copy right” de la ocurrencia sanjuanera pertenece, ni más ni menos, que al entrañable “viejo profesor”, que añadía a la minifalda otra cualidad que se le escapó al concejal: “que enseñara mucho”.

Claro, que ya se sabe que en esto del lenguaje de género políticamente correcto, como en casi todo, cuando el pretendido progresismo y la supuesta izquierda lo utiliza siempre existe la bula que supone emplear las palabras desde la altura moral que por derecho divino les corresponde. Así, lo que en el concejal Castillo era machismo y tardofranquismo, con la bendición y el nihil obstat de la PSOE se transmuta en “singular ironía” puesta en el papel en un “excelente castellano”. Palabra de PSOE sobre Tierno Galván: “Bandos escritos con un excelente castellano y una singular ironía, que, como él mismo precisó, debían ser como las minifaldas, cortas y que enseñaran mucho”.      

Seguro  que a estas horas los tres inquisidores, en coherencia con la memoria histórica que predican para los demás, estarán promoviendo, la reprobación y la quema en efigie del que pasó de ser “viejo profesor a alcalde de la movida”, a la vista del “insufrible, impresentable, repugnante… machismo tardofranquista" con que adornó su obra intelectual más leída. Estoy seguro de que incluso alguno de estos concejales de Manuela Carmena pedirá la devolución de los gastos de entierro, incluido el alquiler del coche de Drácula, con los que montaron un funeral laico que ni el Papa Pío Nono.

El otro día, cuando se me ocurrió hablar de hipocresía delante de mi amigo progre de cabecera, me respondió que yo hablaba con una seguridad que le dejaba estupefacto: “ –Porque los conozco, amigo A., porque como tú he andado entre ellos", le respondí. Porque los conozco “despellajaos”.

Y del concejal Castillo ya dijo uno que su único delito había sido estar afiliado al PP. Me quedé corto. Quiso hacerse el progre y no citó las fuentes como está mandado en el mundo académico. En el pecado lleva la penitencia. Ahora le reclamarán desde la SGAE que pague los derechos de autor. Uno no tendrá nada que oponer. A cada uno lo suyo.