Todos contra Page… y Page en el centro
Es lo que ocurre cuando a uno le atacan por todos los flancos posibles. Los argumentos de los extremos acaban por neutralizarse entre sí. Esa es una de las ventajas de detentar el poder durante una campaña electoral y haberlo ejercido durante un tiempo. Por mucho que pretendan los adversarios presentar en positivo sus programas acaban poniendo en el centro el programa de quién en esos momentos es la diana de todos. Ha ocurrido siempre que en un debate hay más de dos. Desde el poder se evita el cara a cara y se promueven los debates a tres, cuatro o cinco bandas, porque al final, el ataque de todos, sitúa al atacado en un lugar central. Es lo que ocurrió la noche del lunes en el primer debate televisado por la televisión regional. Todo salió como estaba previsto. Centro de los ataques el presidente García-Page. Beneficiado García-Page. Ya digo, los argumentos esgrimidos desde los extremos acaban por contrarrestarse entre sí y cargar de razón al que sin esfuerzo acaba colocado en el centro. Paco Núñez, Carmen Picazo y Daniel Arias, desde la derecha, y José García Molina por la izquierda, colocaron a García Page justamente en el lugar en el que él quería aparecer para el electorado.
Uno, la verdad es bastante escéptico con los debates electorales televisivos. No cree que en estos cuarenta años de democracia, ningún debate haya cambiado claramente una intención de voto. Es innegable que las tendencias y los comportamientos de los españoles han cambiado en cuanto a las ofertas políticas y que cada vez les cuesta más a los sociólogos y a los escrutadores de la opinión pública marcar el camino a esas máquinas de poder que son los partidos. Pero en una región como la nuestra es difícil, que en épocas más o menos tranquilas como la actual, se produzcan grandes vuelcos electorales. En esta región, como bien decía siempre Pepe Bono, los caladeros de votos se encuentran mayoritariamente en la derecha y quien es capaz de ocupar esos espacios entre extremos tiene todas las probabilidades de ganar.
Durante todo el debate García Molina se empeñó una y otra vez en mandar el mensaje que hoy por primera vez he visto en los carteles de la coalición electoral de Podemos con Izquierda Unida y Equo: “En Castilla-La Mancha los socialistas de corazón votan a Podemos-IU-Equo”. Un cartel en rojo, sin ningún rastro de morado, encabezado por una fotografía de Emiliano García-Page. Desde el otro lado, Núñez, Picazo y Arias, pretendieron sin éxito que el doctor Sánchez apareciera en el debate para vender lo contrario. Los cuatro le hicieron el gran favor de la campaña, aunque uno duda que con los índices de audiencia de CMM la cosa sirva para algo.