Por fin una buena noticia para el yacimiento medieval de Ciudad de Vascos y la comarca de la Jara tras cuatro años de bloqueo y cerrazón: el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, anuncia su intención de ensanchar el camino de acceso desde la carretera para que incluso puedan llegar autocares hasta las inmediaciones del yacimiento. Se han perdido cuatro años pero al menos ahora parece que por fin la principal institución responsable del monumento mira hacia adelante. En estos cuatro años la comarca de la Jara no ha dejado de perder población, han cerrado varios establecimientos que vivían del turismo rural y la Mancomunidad de la Vía Verde, el organismo que debería dinamizar ese recurso, se ha disuelto y su gestión económica debería acabar en los tribunales. Al menos ahora se sabe que existe la intención de buscar una alternativa al proyecto de la Diputación de García-Tizón.
Y es que toda la legislatura anterior se ha ido como el humo detrás de la venta del “yate” de García-Tizón y la demonización de un proyecto,que podía tener defectos, pero que apostaba firmemente por Ciudad de Vascos y por la comarca. Desde el principio y con la inestimable ayuda de Ciudadanos y el difunto Antonio López, Vascos sólo significó para el mismo Álvaro Gutiérrez que ahora rectifica, una manera de pegar una patada a Arturo García-Tizón en el culo de todos los habitantes de la Jara. Eso sí, durante los mismos cuatro años no se ha dejado de hablar de la lucha implacable contra la despoblación y de las políticas de dinamización del mundo rural.
Ciudad de Vascos es un yacimiento y un recurso turístico a la altura de cualquiera de los Parques Arqueológicos Regionales que desde la constitución de Castilla-La Mancha como comunidad autónoma se han declarado, protegido y promovido desde el gobierno de la Junta de Comunidades. Su mala suerte ha sido pertenecer a la Diputación de Toledo. Ese es su drama. Porque si, como Carranque, Recópolis, Segóbriga o Alarcos hubieran caído dentro de las competencias directas del gobierno regional hubiera sido difícil justificar tanta desigualdad en cuanto a recursos y voluntad política con yacimientos que en muchos casos no tienen la riqueza de Vascos.
Además, hay que decir que si se analiza la gestión realizada a lo largo de los años por los diversos gobiernos de la Diputación, las dificultades de todo tipo con la propiedad chocaron muchas veces con la voluntad de los equipos. También que, pocas veces existió, con los errores que se pudieron cometer, una voluntad política tan clara como la de la época del denostado Arturo García-Tizón, una pieza de caza mayor del entorno de Rajoy que Albert Rivera no se resistió a abatir. Ojala que estas primeras buenas intenciones del renovado equipo de Álvaro Gutiérrez, no supongan una nueva decepción para Vascos y para los habitantes de la despoblada y deprimida Jara toledana. Amén.