Antonio Román, el médico que fuera alcalde de Guadalajara y ahora senador, ha lanzado la idea de que Pedro Sánchez se eche hacia un lado y el PSOE presente a la investidura a un candidato alternativo de perfil moderado, como el que según él, tienen Josep Borrell o Emiliano García-Page. La otra propuesta alternativa de Román sería que el PSOE hiciera el ejercicio de partido de Estado que Pedro Sánchez pide a Ciudadanos y PP, y se abstuviera ante un gobierno de coalición de los dos partidos.
Que uno sepa, a estas horas, mientras desde la dirección nacional en la calle de Ferraz, ni siquiera han contestado a la propuesta, la dirección regional del PSOE en CLM se ha apresurado a quitarse del medio y a calificarla de “ocurrencia”. Que uno sepa, tampoco desde la propia dirección del PP regional se ha contestado, para bien o para mal, a la “ocurrencia”. Y es que en el entorno de García-Page, el que desde el campo del adversario se lance el nombre de Page, aunque se pueda interpretar como el consejo interesado envenenado del que te busca las cosquillas con un conflicto interno, también se interpreta como el reconocimiento por un sector significativo del PP de que García-Page ha conquistado buena parte del espacio natural del centro derecha, y eso es algo que el entorno de Paco Núñez no puede aceptar. Así que Antonio Román, el hombre que siempre ha estado como alternativa de futuro, y como casi siempre pasa con estas ocurrencias, ha conseguido hacer más daño en su propia casa que en la del adversario.
Claro, que los que defienden la “propuesta de Estado” de Román, pueden decir a favor del compañero que conseguir que García-Pagesalga de la región y salte a Moncloa es la mejor forma de que su PSOE no se perpetúe en el poder, después de la “ocurrencia” de Paco Núñez de ponerse de acuerdo con Emiliano García-Page, en cinco minutos, para acabar con una limitación de mandatos, que por si alguno no se acuerda de ello, fue promovida por José Bono, tras llevar cuatro en el poder.
Emiliano, en los tiempos que corren, con una mayoría absoluta que nunca consiguió en su carrera, está encantado con que sus adversarios le pongan como ejemplo de moderación y le promuevan una campaña de imagen a nivel nacional. Lo otro, como pasa siempre en la vida, si tiene que venir, vendrá; no hay prisa, y menos ahora, cuando desde el desconcertante PP regional unos parecen imitar al mítico “Chunda” al servicio de Pepe Bono y otros parecen poner sus anhelos en la titularidad vitalicia de la Consejería de la Leal Oposición. Duros tiempos para las buenas gentes de la derecha.