El alcalde de Albacete se afilia a su partido
Vicente Casañ, alcalde de Albacete, se ha afiliado a Ciudadanos, el partido con el que concurrió a las elecciones municipales en calidad de independiente y que le ha permitido, merced a un pacto a nivel regional con el PSOE, ser alcalde de Albacete al menos durante dos años. La noticia le puede resultar lógica a más de uno aunque, en los tiempos que corren en Ciudadanos, tampoco le hubiera extrañado a nadie que don Vicente Casañ se hubiera afiliado al PSOE o hubiera dado el salto al PP, iniciando el Albacete Suma por el que suspiran Casado, Núñez y compañía.
En el partido del ex-Rivera, donde cada día que pasa, y como un goteo incesante, cae una dimisión, una retirada o las dos cosas a la vez, la noticia ha debido causar sensación: en Albacete, el alcalde ni dimite ni se retira sino que se afilia. Hay que premiarle... En fin, los de Arrimadas han roto una racha y se lo deben a uno de Albacete. La noticia es relevante a nivel regional y también a nivel nacional. No todo son dimisiones. Y es que, cuando las cosas no van y cogen la cuesta abajo en esto de las tendencias y los estados de opinión, si uno aspira a estar y ser algo en la cosa de la política, lo fácil es buscar el amparo de alguna formación a la que se le adivine futuro y no optar por intentar reflotar el barco.
Una de las cosas más positivas que ha observado uno en las retiradas y las renuncias a sus escaños de los principales dirigentes de Ciudadanos que rodeaban a Albert Rivera es que se han ido y han vuelto a sus oficios y profesiones con una naturalidad que uno no veía en la vida pública española. A lo que estábamos acostumbrados hasta ahora es a que los políticos se agarraran a sus escaños y a sus cargos en el partido como el náufrago a la última tabla del barco que se hunde. En esto, los dirigentes de Ciudadanos han dado la lección del que tiene su oficio, su profesión, su carrera y llega a la política con la conciencia de que será algo transitorio en su vida, muy lejos de muchos de esos políticos profesionales que no serían nada fuera de ella. A los pocos días de su dimisión, hemos visto como Girauta, Villegas y otros muchos han retomado sus carreras profesionales con una naturalidad y un saber estar que uno ha echado muchas veces en los patéticos intentos de agarrarse a un sillón.
Ciudadanos, en esto, si ha mostrado que, al menos, intenta ser diferente. Vicente Casañ, también. Dentro de unos años, o unos meses, lo veremos.