Hay cosas que no hay manera de enderezarlas. Andaba ya uno instalado en la creencia de que el aeropuerto de Ciudad Real por fin era un aeropuerto y no un plató de cine o un aparcadero low-cost de aviones y vienen las noticias a fastidiarle el día. Hay que joderse.
Resulta que tienen que cerrar el espacio aéreo por un conflicto con la empresa de seguridad en tierra, y a continuación empieza a aparecer la fila de los acreedores alrededor de la torre de control, que le recuerda a uno aquella procesión interminable a la caza del moroso de la buhardilla de la 13 Rue del Percebe de Ibáñez en el DDT.
Lo mismo pasa con Ciudadanos. No hay manera de taponar el chorro que anega la sala de calderas y en cuanto Vicente Casañ ha dejado la alcaldía de Albacete, la Junta Directiva Local se ha disuelto como un azucarillo. No hay mejor pegamento que el poder, ni peor disolvente que el reparto de la miseria. Inés Arrimadas con ese optimismo impostado que le provoca gallos en la garganta apela ahora a que en Albacete las cosas vuelvan por donde fueron y alguien se haga cargo del muerto.
Es lógico que nadie se preste a apagar la luz y liquidar el invento. El que no se consuela es porque no quiere y al menos tienen la flamante alcaldía de Ciudad Real y puede servir para que los optimistas internos vendan la botella medio llena. Los de la botella medio vacía se temen que la gestión de Eva Masías tenga, al final de su mandato de dos años, el mismo efecto positivo que ha tenido la gestión de Vicente Casañ.
Y para colmo de males se nos muere Tico Medina y deja huérfanos a la alcazareña y universal Orden de los Escuderos llamados Sancho y vacante un puesto en la sede de La Platera, que nunca volverá a ser lo mismo, si es que alguna vez alguien se anima a resucitar un tiempo que siempre va por delante de nosotros por mucho que corramos. Y es que uno no se acostumbra nunca a que el futuro de pronto, no sea, ni mucho menos como lo teníamos planeado.
Que ahí está para contarlo Manolo el del Bombo, que de hijo predilecto de la región se ve apeado del tratamiento de VIP por la Real Federación Española de Futbol y le niega, “a uno que tantos sacrificios ha hecho por la selección” las dietas pertinentes y como Dios manda. La cosa está dura y no hay manera de enderezarla. Hay que joderse.