Por una vez a Cristina Pedroche la vistieron en Nochevieja, quizá para despistar. La táctica de ganar a la audiencia con los "no vestidos" que lo enseñan casi todo da la impresión de que ha pasado a mejor vida. Este año los expertos en comunicación de Antena 3 han vestido a la Pedroche de Manuel Piña, han vuelto a ganar la guerra de las audiencias y han dejado un resquicio para que media España se enterara de que si van a Manzanares no solo encontrarán buen vino y buen ambiente, sino un museo dedicado a uno de sus ilustres paisanos. El alcalde de esa agrociudad, que no poblachón manchego, Julián Nieva, está como si le hubiera tocado la lotería. Más de doscientos medios de toda España se han dirigido al Ayuntamiento detrás de un vestido que aplaude la gente seria de la moda y sirve de rechifla, a los que ven el invento de la metamorfosis de la crisálida, o la vuelta de la abeja Maya a la tele, como la forma de seguir alimentando Nocheviejas de la Pedroche a costa de la incógnita de un vestido que algún día irremisiblemente ocupará el mismo lugar en la memoria de los españoles que la capa de Ramón o los numeritos de la Obregón.
Vestida o casi desnuda, Cristina Pedroche arrasa en la televisión de Nochevieja como arrasaba antaño Ana García Obregón o Ramón García, que ahora ejerce de celestino para "séniors" en la tele de Castilla-La Mancha, y eso hay que seguir explotándolo. Este año se han sacado del armario de su museo de Manzanares un Manuel Piña y para uno es lo mejor del invento. El año que viene están aseguradas de nuevo las campanadas de la Pedroche y la expectación de por dónde va a salir la cosa, aunque uno cree que después de vestido que todo lo tapa, toca destape o no vestido, y en eso no hay manera de buscar un clásico de la aguja que la desvista con unos trapos sacados del baúl de los recuerdos. Ahora los comunicólogos tienen doce meses por delante para pensar en la jugada y decidir.
Y en el mérito de colar en los televisores de media España a la hora de las uvas a Manuel Piña, a su museo y a Manzanares, ha tenido mucho que ver, según cuenta el alcalde, José Fernández-Pacheco "Josie", otro hijo de Manzanares, siempre con un pie entre la comunicación y la moda que en este caso ha hecho un buen servicio a su pueblo. Seguro que sus paisanos se lo reconocerán.