El mismo día que el presidente regional anuncia oficialmente la convocatoria de elecciones autonómicas y municipales, recibo de manos de la cartera de mi pueblo un ejemplar de "Castilla-La Mancha en buenas manos".
La convocatoria oficial de elecciones no es ninguna sorpresa porque la fecha, en todos los municipios de España (salvo excepciones) y en aquellas autonomías cuyas convocatorias se hacen a la par, la fecha estaba decidida desde el momento en que se celebraron las anteriores hace cuatro años. Tampoco es una sorpresa que en el primer acto electoral de campaña de Emiliano García-Page reitere también oficialmente la estrategia que ha utilizado durante estos cuatro años con reiteración y machaconería: “Page es Page, y Pedro Sánchez, la marca PSOE y el logotipo no hacen otra cosa que espantar votos”. Nadie puede ahora fingir sorpresa o darse por engañado. Esta publicación con aire de periódico respetable y lleno de cifras positivas y comparaciones con épocas anteriores es el norte y la guía de campaña en la región y así será, si los hados no se la lían, hasta el final.
Los periodistas de este papel digital han contado, analizado y destripado con profesionalidad la publicación que ha abierto la campaña llegando a prácticamente todos los municipios de la región y cuya procedencia uno exclusivamente puede identificar en un pequeño recuadro en la última página, al lado del depósito legal y la empresa encargada de la distribución: “Periódico editado por el PSCM-PSOE”.
Entre la portada, con fotografía de Page haciéndole una carantoña a un niño con el que se supone su padre, y la última página, en la que de nuevo aparece otra foto del presidente regional como cabecera de una entrevista que nadie firma, ni una sola pista del responsable de la publicación, ni desde luego un logotipo perdido para orientar al despistado. Lo mismo podría ser una de esas publicaciones de la Junta a mejor gloria propia que la acción de un improbable admirador anónimo de la gestión de Page. Una de esas publicaciones que dice mucho más de lo que la mayoría pretende haber leído.
Lo curioso es que a la vez que “Castilla-La Mancha en buenas manos” llegaba a los domicilios de la región, Pedro Sánchez en Albacete se empeñaba en dejar claro que no está muy de acuerdo con los desmarques y los escaqueos de Page. Curiosamente, Pedro Sánchez hizo un discurso en el que ante todo resaltó la fuerza del partido, de su gobierno y de todos los presidentes y alcaldes unidos por unas siglas que no son otras que las del PSOE que él dirige.
En el PP, con Paco Núñez a la cabeza, no se lo han pensado dos veces y repiten en sus actos de partido las palabras en Albacete de Pedro Sánchez. No hay mejor argumento.