El presidente del PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid le acaban de hacer un gran favor a Sánchez. Sus elogios y defensa de la posición política de Emiliano García-Page, tras confesar ante dos presidentes del PP que "está a punto de ser extraditado" por su propio partido, no hacen otra cosa que reforzar los argumentos de Ferraz-Moncloa. Emiliano ha dejado de ser de izquierdas como Fernando Savater y se ha convertido en un enemigo del pueblo, que es como desde los tiempos de Lenin se ha calificado a los que osan discrepar dentro del partido. Nunca, ni siquiera en los peores tiempos del PSOE, que coinciden con la Guerra Civil, en ese partido se ha vivido una persecución del disidente tan similar a las tradicionales purgas comunistas.

Pero, desgraciadamente, en el partido de Pablo Iglesias, Indalecio Prieto o Felipe González, de Pedro Sánchez para acá nada es lo mismo. Y lo grave es que esa deriva autocrática y de culto al líder se ha implantado a la par que el sistema de primarias que, teóricamente, iba a revivir la vida interna de los partidos y profundizar en la democracia. Con las primarias del PSOE se comprobó cómo unas bases mucho más radicalizadas que los dirigentes pueden descomponer la organización más equilibrada. Estoy convencido de que si hoy Emiliano García-Page tuviera que pasar por un proceso de primarias las perdería, a pesar del número de afiliados que tocan poder gracias a él en todos los niveles del Gobierno regional y las diversas administraciones. Se pudo comprobar cuando las cifras de adhesión al pacto con Puigdemont se vio ratificado por el ochenta por ciento de los votantes socialistas de la región.

Afortunadamente, Emiliano tiene blindada la posibilidad de que haya primarias en el PSOE de CLM mientras él sea presidente. Claro, que siempre se puede producir una reforma estatutaria que, en los tiempos que corren, le costaría a Pedro Sánchez infinitamente menos esfuerzos que el último proyecto de ley con sus socios del frankestein. García-Page se ha permitido ironizar con ello: "A ver si voy a tener que pedir perdón por ganar elecciones".

Uno no cree tan tontos a Feijóo y Ayuso para pensar que defendiendo a Page le hacen un favor, sino todo lo contrario. La reacción en tromba contra Emiliano de todo el Gobierno tirando del argumentario de la Factoria de Ficción Sánchez-Bolaños y Asociados, presentándole como el mejor socio para el PP, así lo demuestra.

En el Partido Sanchista se ha llegado a tal punto de odio hacia Emiliano que harán todo lo posible para que pierda las próximas elecciones. Eso sí, primero tiene que sobrevivir a Puigdemont, a Txapote, a Pablo Iglesias Turrión… y, evidentemente, al propio Emiliano.