ETA y el virus
ETA y Bildu han dado mucho juego a la derecha y lo seguirán dando. Ahora añadimos las muertes por un virus imprevisible para ampliar el juego. El Sr. Casado ha mezclado todos los ingredientes. “El precio a pagar –ha dicho– por aprobar la prórroga del Estado de Alarma es sacar de la cárcel a los terroristas de ETA”. ETA anunció abandonar las armas con un gobierno socialista. El virus se presenta con un gobierno socialista.
ETA desapareció oficialmente el 4 de mayo de 2018. Se han cumplido 2 años en el más inmoral de los silencios. Dejaba 45 años de terror y cerca de 800 muertos. En realidad, ETA había anunciado el cese de su actividad en 2011. En ese año, el presidente del gobierno era el Sr. Rodríguez Zapatero. El Sr. Rajoy, entonces en la oposición, acusó a Zapatero de “traicionar a los muertos” por intentar acabar con el terror. Le acusaron de hacer concesiones a los terroristas, de haberse puesto en sus manos y de haber manchado de barro, por ambiciones personales, la sangre derramada. El Sr. Rubalcaba, santificado ahora por la derecha y quienes le adoran, fue declarado enemigo público y traidor infinito. Cuando en 2018 se hizo oficial la desaparición de ETA gobernaba el Sr. Rajoy, que había obstaculizado cualquier intento de paz, pero, eso sí, se había olvidado de los mediadores internacionales que ratificaron el cese terrorista junto con Francia. Francia asumía el papel que le correspondía al Estado Español. Una actitud humillante para los demócratas, que a nadie parece interesarle.
Un virus imprevisible azota al mundo. En España gobierna el socialista Sr. Sánchez y en la oposición se sitúa el Sr. Casado, del PP. En el libro “El jinete pálido”, de Lara Spinney, que estudia los efectos de la fiebre española de 1918, se avanza lo que se haría sí se produjera otra pandemia: “En una futura pandemia de gripe, las autoridades sanitarias adoptarán medidas de contención como la cuarentena, el cierre de escuelas y la prohibición de los actos multitudinarios. Será en nuestro beneficio común”. Para aplicar estas o similares previsiones, el socialista Sánchez ha empleado la fórmula constitucional del Estado de Alarma, que se aprueba o rechaza en el Parlamento de la Nación cada quince días. El Sr. Casado en la cuarta prórroga dejó dicho: “No aprobar el Estado de Alarma es dar un “sí” a España” (¿?). Y el responsable de la ultraderecha manifestó: “El gobierno criminal de Sánchez e Iglesias no pueden seguir en España”. España, en su versión ultra, como terapia contra el virus. En la quinta prórroga del Estado de Alarma, aparte de recuperar la referencias a ETA, el Sr. Casado, tras la senda marcada por la ultraderecha, ha dado un paso más: “Cada votación es un suplicio para usted y lo que resta de legislatura será un calvario”. ¿Qué se apuestan a que, no tardando mucho, el Sr.Casado dirá márchese Sr. Sánchez o fórmula similar? Inició el modelo Aznar contra Felipe González. Lo repitió Rajoy con Rodríguez Zapatero. Querepitan siempre lo mismo cuando están en la oposición debería prevenirnos de que volverán a hacer lo que ya hicieron cuando estuvieron en el poder. Por ejemplo, la ley de reforma laboral.
Parece que se está tanteando la utilidad, tras 4 años de paralización y un virus destructivo, de nuevas elecciones. Antes hay que deslegitimar al gobierno a cualquier precio. ETA, Bildu y un virus letal son tan golosos para las derechas como para no desaprovechar la oportunidad. ¿Alguien calcula la magnitud del dolor que supondría para España otro año, o año y medio, de paralización, con pandemia, crisis rampante y gobiernos inestables?