Momento. 1- Moción de censura en medio de una pandemia. Ha terminado el debate de una moción de censura tan inerte como cualquier montaña de Marte. Vox y su líder se han retratado. Nadie dudará de que es un partido autoritario, de inspiración fascista, nostálgicos del franquismo y antieuropeo. Lo es y lo malo es que muchos votantes del PP también lo son. Desconozco sí a partir de ahora, algunos medios y escritores profesionales se mantendrán tan condescendientes con ellos como hasta el momento. No eran fascistas, habían escrito unos. No conviene utilizar mal los vocablos, decían otros. Pero ni importaba la ideología ni preocupaba la semántica. De lo que se trataba, y se sigue tratando, es del poder de la derecha. Se han retratado de la mejor manera posible: con una intervención solemne en el Parlamento de la Nación. La patria por testigo. Esperemos que ya nadie tenga dudas sobre la ideología de tal grupo.
Momento. 2 – La estrella. Según los titulares, replicados en todos los medios de comunicación, el Sr. Casado ha sido investido como líder de la derecha. Se han multiplicado las felicitaciones. El momento tenía que llegar. Estaba escrito en un guion previo, redactado cuando precipitadamente fue elegido presidente del PP. No se había apostado por él, para que esto no ocurriera. Pero, ¿qué hay de verdad tras tanto fulgor impostado? Sospechamos que, como en la tumba de un cardenal poderoso en la catedral de Toledo, humo, cenizas y nada. Los conservadores más moderados, se habrán visto reflejados en las palabras del Sr. Casado que ha dicho a Vox, “basta”. Pero “basta”, ¿a qué? Inamovibles, continúan bloqueando la renovación del Consejo del Poder Judicial. Unos jueces que pusieron ellos, cuyo mandato ha caducado hace dos años, y que no se pueden sustituir por la negativa del Sr. Casado y su partido. ¿No estarían atentando con esta forma de actuar contra la independencia de los jueces? ¿O solo actúan contra la independencia de los jueces los socialistas, cuando intentan aplicar la Constitución? ¿Cuántas veces le ha ofrecido el Sr. Sánchez al Sr. Casado negociar? Las mismas que el Sr. Casado se ha negado con un pretexto fútil: que el Sr. Iglesias, elegido diputado por ciudadanos españoles, que forma parte de un gobierno de coalición democrático, quede apartado. ¿Es esta la petición de un demócrata? De los gobiernos de Comunidades Autónomas y de Ayuntamientos ni hablamos. Continuarán gobernado como hasta ahora. Así que ¿de qué hablan y escriben los medios de comunicación cuando se presenta al Sr. Casado como la estrella emergente de la derecha española?
Momento. 3 - Recurso a la palabra. La portavoz del PSOE, Sra. Lastra, ninguneada y minimizada, se ha referido al Parlamento como sede de la palabra, del diálogo y de acuerdos entre partidos para superar conflictos. Una obviedad, si no fuera por lo que comprobamos día tras día. Ha invocado el poder de las palabras en un lugar en el que tras las palabras se esconde la gobernabilidad de un país o su deterioro. Sí no hubiera posibilidades de pactos, el numerito del Sr. Casado habría sido un espectáculo vacío. Farsa mediática. Nadie ignora que los partidos unidos son el instrumento más eficaz contra los grandes problemas que los partidos divididos. Vivimos momentos cruciales: una crisis institucional, una crisis sanitaria epidémica y una crisis económica con aires de catástrofe. ¿Se necesita más para obtener acuerdos y soluciones conjuntas? Nos gustaría pensar que este puede ser un buen momento para la Nación. Un momento esperanzado para los ciudadanos de buena voluntad, que debe ser la mayoría. Confiemos en que la derecha no frustre esos momentos, como ha hecho históricamente.