En la penúltima semana del oscuro año 2021 la ciudad de Toledo ha recibido dos regalos que pueden no significar nada o una inmensidad. En el caso que tratamos, una inmensidad. El primero se recibió el lunes 20 de diciembre en el Museo del Greco. Se colgaba un cuadro, pintado por el Greco en algún momento de su trayectoria en Toledo, que ha llegado a ese museo tras la compra por el Ministerio de Cultura.
Un millón y medio de euros, el importe del cuadro, le han regalado a Toledo antes de que la lotería nos atrape en su fortuna ruidosa. Días después saltaba la noticia de que la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha adquiría la colección Carranza de cerámica, que había estado expuesta en Toledo en el edificio de Santa Cruz. Cerca de un millón de euros se ha pagado para que las obras pasen a ser propiedad de la Comunidad.
No saldrá en los medios de comunicación la alegría de los premiados, porque los vecinos de Toledo apenas se habrán enterado de ambas noticias. Pero son buenísimos regalos de Navidad que ayudarán a incrementar el atractivo de la ciudad. ¡Ojala se sumaran más regalos de este tipo! Máxime, cuando se aspira a que la ciudad contemple una parte de su desarrollo económico como espacio de atracción cultural, según han expresado sus dirigentes locales. Para lograr ese objetivo queda mucho recorrido todavía.
Faltan planes, faltan recursos, faltan ideas. Aun así es una buena noticia. Como también lo es la muestra, brillante y alucinante, expuesta en el edificio de Santa Fe, sobre la relación del pintor manchego Gregorio Prieto con el poeta andaluz García Lorca. En una semana se han acumulado tres regalos que debieran servir para atraer más visitantes, que a su vez debiera servir para que quienes viven de la actividad turística lo sigan haciendo con ofertas culturales cada vez más selectivas.
Y para que los ciudadanos de Toledo se sientan más protagonistas de su patrimonio cultural, incrementado, por un lado, por el Ministerio de Cultura y, por otro, por la Junta de Comunidades de Castilla –la Mancha. Claro, que esto parece misión imposible dada la precariedad de los medios de comunicación locales. Una desgracia para la democracia y para la información de los habitantes de la Región.
El cuadro del Greco es una “Crucifixión” que descubre a un autor en tránsito hacia la madurez intelectual y expresiva. Los trazos del fondo se presentan como una muestra temprana del impresionismo precoz del Greco. En cambio en la figura del crucificado los pinceles se concentran en presentar las huellas de la tortura sin deformación fisica alguna. No de otra manera podría ser en un cuerpo que contiene la divinidad. Las cerámicas se exhibían ya en el edificio de Santa Cruz por cesión gratuita y limitada del propietario Sr. Carranza.
El tiempo de la cesión había concluido y había que saber qué hacer con esas obras. Comprarlas era la opción más razonable y es lo que han hecho los gestores de la Comunidad Autónoma. En consecuencia, la ciudad de Toledo ha recibido unos regalos en el año aciago de 2021 por los que tiene que sentirse satisfecha. Siempre es útil saber que el dinero público también sirve para ampliar los recursos culturales de una ciudad que, guste más o menos, obtiene una parte de sus ingresos económicos de la actividad turística. Y esto lo debieran anotar aquellos que protestan contra las administraciones publicas cuando las cosas vienen mal dadas y callan, tal vez por ignorancia, cuando reciben regalos como los relatados.