Señor director: Durante mi vida estudiantil y profesional me he visto envuelto en discusiones con compañeros que consideraban que la profesión de maestro es una “carrera profesional fácil que casi nos regalan por jugar con plastilina”. Esta concepción ha calado en diferentes estratos de la sociedad que han maltratado la profesión de los maestros de educación infantil y primaria degradando su gran labor. Actualmente, me estoy formando en diferentes áreas cercanas a la mía, lo que me pone en contacto con otros profesionales cercanos y ajenos a la educación y me permite constatar que los maestros siguen marginados. Se considera que no somos tan importantes y se realza la superioridad de las otras áreas sin premiar lo que verdaderamente importa: la educación de nuestra sociedad.