Un paraíso es un lugar donde te tratan bien, y te dejan hacer. Hace tiempo que se habla de los paraísos fiscales. Lugar donde el fisco no se pasa. Últimamente se habla de los paraísos digitales. Lugar donde puedes crear infraestructuras, y desde donde puedes ofrecer servicios sin que te controlen las autoridades. Y últimamente también se habla del paraíso de los disturbios. ¡Barcelona!
Hablando de los primero, hay que decir que los refugios más preocupantes, son los que no proporcionan la identidad de los inversores, y el origen de las inversiones. En estos lugares, se refugian los más malos. Europa ha reaccionado recientemente con "La Directiva contra la Evasión Fiscal". Hablando de los segundos, hay que decir que los más preocupantes, entre cometes, son los lugares donde se refugian los servidores utilizados por el independentismo catalán. Los impulsores del movimiento "Tsunami Democrático", se supone que actúan desde uno de estos paraísos. El gobierno del estado ha reaccionado recientemente con el Real Decreto-ley 14/2019. Y hablando de los terceros, hay que decir, que lo más preocupante es la actitud del gobierno catalán. Concretamente, la actitud del Sr. Torra.
Y por último no nos olvidemos de los paraísos para las empresas contaminantes, allí dónde se controla poco y donde contaminar no es delito. Claro que estos últimos, en lugar de paraísos, los deberíamos llamar infiernos medioambientales.