Si aceptas el lugar que ocupas, si interacciones sin competir, seguramente no te pasas con las correcciones, y reproches. Lo contrario resulta desagradable: Piensa en ese amigo o compañero, que a menudo u ocasionalmente, te dice, que pronuncias mal ciertas palabras, que deberías saber más sobre tal tema, que no lo invitaste el día de tu santo, que tus miras son estrechas, que eres demasiado confiado o, que interaccionas demasiado con personas criticables.
Si aceptas el lugar que ocupas, seguramente no te convertirás en una persona incómoda. Esto se puede decir de las personas. De los partidos quizá también!. Sobre todo, de los que buscan un ascenso!, o temen un descenso!. Esto se ve más durante las campañas electorales.
Bueno, siguiendo con el tema de las correcciones y las regañinas. Aunque, podemos decir que todas las formaciones disparan críticas, a mí me llaman la atención las de los independentistas radicales contra ERC y las de la derecha extrema, contra el PSOE. Las críticas de los extremistas contra el diálogo!. Disparan y disparan! No quieren que se imponga la moderación. Son más relevantes y se mueven más bien en la confrontación.