Muchos estáis diciendo que soy fuerte, más fuerte que las piedras, eso no es cierto, yo no soy fuerte, solo sobrevivo a lo que hay.
Esto es duro, muy duro, alejarte de tu familia, por temor a contagiarlos ya que tu estás continuamente expuesta.
No poder sentir apenas contacto humano por el temor al contagio,
Quedarte en tu casa sola y enferma sin querer que venga nadie, por protegerlos.
Decir a los cuatro vientos lo bien que estás para que nadie se preocupe, cuando en realidad estás muerta de miedo.
Volver a trabajar cuando aun te encuentras hecha un asco porque sabes que haces mucha falta.
Y es lo que hay y hay que seguir para adelante, nos pase la factura que nos pase…
Y son bienvenidos los aplausos, eso se agradece, pero lo que necesitamos es empatía.
Y que mañana se acuerden de nosotros, que en esta gran tragedia de la humanidad estuvimos ahí, al pie del cañón.
Y que mañana se acuerden que nosotros nos contagiamos sin protestar (a pensar que hemos perdido grandes compañeros en el camino...).
Y que mañana se acuerden que expusimos a lo que mas queremos, a nuestras familias, a la enfermedad.
Y que mañana se acuerden de que la sanidad publica fué la que respondió pese a su esquilmamiento por parte de los gobiernos de turno.
Y que seguimos trabajando pese a la falta de esos EPIS maravillosos que están no sabemos donde…?
Y que siempre estaremos ahí pase lo que pase porque somos sanitarios y somos incapaces de mirar para otro lado, nuestro cometido es ayudar en las condiciones que sea, esta es la profesión que elegimos, y esa es nuestra llámese vocación o filosofía de vida,
Es lo que hay, juntos podremos pero por favor ayudarnos.
Africa Martínez Amezcua. Enfermera de la GAI de Albacete