Siempre he pensado que un ser humano formado es un bien para la sociedad en general. Tengo claro que gran parte de lo que es en sí el ser humano a lo largo de su vida, lo es gracias a la Educación que recibe y por eso, tengo muy claro que invertir en esta materia hace mejores a las personas.
El verbo educar procede del latín “educare” que significa dirigir desde fuera y es justo lo que hace un maestro o un profesor: conducir a los individuos desde fuera del camino pero señalándoles en todo momento como guía que es, lo que debe hacerse en esa senda que es el aprendizaje.
Desde mi experiencia como maestro y gracias también al aprendizaje que adquirí en la escuela universitaria de Magisterio, aprendí que el oficio de la docencia es la base sobre la que se apoyan las demás disciplinas de la vida puesto que por las manos de un maestro o una maestra, pasan los arquitectos, ingenieros, vendedores de fruta, los médicos, maestros, policías, bomberos…y sí, también los políticos. Es decir, que nadie pasa por la vida sin haber estado en una escuela en estos tiempos, claro. En otros, por desgracia el hambre, la miseria y la pobreza que generó la Guerra Civil y la posterior Dictadura de Franco hizo que muchos de nuestros antepasados más recientes, no pudieran ir a la escuela y eso, no puede suceder nunca más.
Debemos ser muy exigentes con nuestros gobernantes en este tema siempre y tomarnos totalmente en serio que la Educación como la Sanidad, son los dos temas capitales de cualquier país del mundo. Y es que no nos quepa duda que a mejor Educación y a mejor Sanidad, habrá una mejor Economía sin duda alguna.
Por eso, desde estas líneas quiero hacer un llamamiento a todos los políticos de nuestro país sean del partido que sean, que hagan un esfuerzo total por no recortar en Educación ni en lo concerniente al personal docente ni a medios tecnológicos ni demás recursos existentes en un centro educativo.
Quiero además, también exigir a todos los gobernantes que en el próximo curso hagan un esfuerzo aún mayor que en los cursos anteriores pues por desgracia, la pandemia del COVID-19 nos va a exigir a todos llevar unos hábitos de vida y de trabajo radicalmente distintos a los que hemos llevado hasta ahora. Y no, por mucho que un político se empeñe sea de la ideología política que sea, hasta que no se encuentre una vacuna contra este virus, nada va a volver a ser como antes y por consiguiente, la educación tampoco.
Quiero recordar que el artículo 27 de nuestra Carta Magna reconoce la Educación como un derecho que tenemos todos los españoles siendo ésta pública, gratuita y de calidad y quiero recordar a todos los partidos políticos que su deber es cumplir y hacer cumplir la ley y por tanto, esta también y por si esto nos resultara poco, nos recuerda también la LODE de 1985 precisamente lo que dice su propio nombre (Ley Orgánica del Derecho a la Educación) que la Educación no es sino un DERECHO. Quizás algunos políticos hayan olvidado dicha norma por lo que creo que no está de más recordarlo.
Es fundamental recordar aquí la inversión que se realiza en Educación en varias comunidades autónomas según datos recogidos por última vez en el año 2014 donde El País Vasco invierte 8976 euros por alumno (la comunidad que más invierte de España) frente a los de la Comunidad de Madrid (4.443) y Andalucía (4510). Es decir, que en Euskadi se invierte ¡el doble que en esas dos comunidades! Debido a un recorte de casi un 8% desde 2009.
Por eso, quiero destacar la decisión del Gobierno Central de destinar 2.000 millones de euros para Educación poniendo el foco en esta materia como uno de los pilares fundamentales para salir de la crisis generada por la pandemia. Creo que es un esfuerzo importante y a la vez fundamental.
También quiero referirme a la inversión (que no gasto pues me parece peyorativo y perjudicial hablar en esos términos, como también así se refirió el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez en su comparecencia en Moncloa este pasado domingo) en determinados países de la Unión Europea para ver en qué lugar estamos en España poniendo algunos ejemplos.
España invirtió 46.882,8 millones de € en 2016, Alemania 150.465,9 millones de €, Francia 120.127,6 en términos absolutos pero para que quede mejor enfocado voy a destacar la inversión per cápita, es decir cuánto se invierte por habitante pues es una aproximación más ajustada a la realidad. Ahí nos encontramos con que España invierte 1.009 € por habitante, Alemania 1.827, Italia 1.071, Francia 1.804, Portugal 847€, Austria 2.249 €, Dinamarca 3.595 €, Finlandia 2.730€, Noruega 5.080€ o Suecia 3.604€ por poner unos ejemplos. Con estos datos, lo que quiero poner en relieve es la enorme diferencia existente en inversión educativa que hay entre España y varios países de Europa. Y lo digo porque Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia son considerados como los mejores países de Europa en esta materia y estas cifras me sirven para corroborarlo.
¿Esto quiere decir que a mayor inversión más progreso y desarrollo tendrá un país en un futuro? Yo pienso que sí o al menos, eso es a lo que me invita a pensar la pura lógica.
Por ello, creo que es un deber de España como nación ponerse como reto incrementar paulatinamente la inversión en Educación. La Educación Pública es necesaria puesto que la mayoría de los ciudadanos de nuestro país no puede pagarse unos estudios a nivel privado pero es que además, si nos atenemos a las normas que he citado anteriormente, todos tenemos el mismo derecho a recibir una educación de calidad.
Que no me busque nadie para defender que la Educación es un gasto. Tampoco para defender que es algo caro. Ni tampoco que es algo que no es tan importante.
Señores, esto no es ideología. La Educación es NECESIDAD y lo digo con mayúsculas porque el Ser Humano no puede prescindir de ella si quiere avanzar en la vida y porque además, no hay mayor garante de la igualdad de oportunidades para todos los españoles que la Educación.
Por eso, no sólo como maestro de la Educación Pública voy a insistir en que no se recorte en esta materia, no sólo porque sea interino, no. Voy a exigir todos los días de mi vida en que se le dé a la Educación la importancia que merece y es que un país sin una buena Educación o una buena Sanidad, carecerá de progreso y por tanto, no podrá tener un buen futuro.
Para reforzar mi mensaje quiero traer aquí como base frases como “La ignorancia es el peor enemigo de un pueblo que quiere ser libre” (Jonathan Hennessey), “un niño con falta de Educación es un niño perdido” (John F. Kennedy) y es que no hay mayor cura para la ignorancia que la Educación y eso, hace posible no perder a ningún niño por el camino.
Quédense con estas dos últimas frases, señores políticos y también con esto que les voy a decir: si el Covid-19 nos ha cambiado todo, de manera impepinable y sin excusas, también debemos cambiar la Educación. Invirtiendo en más maestros y profesores, tendremos menos alumnos por clase (lo que en Educación se llama ratio) y eso hará que al virus se lo pongamos cada vez más difícil. Para ello, contraten a más maestros y profesores, den estabilidad de una vez por todas a las plantillas docentes y más si tenemos en cuenta la sentencia del TJUE del 19 de marzo en relación con los interinos. Y es que a mayor estabilidad de las plantillas, mayor será la calidad de la Educación puesto que el trabajo conjunto de los claustros de maestros o profesores será más eficiente puesto que si dispones no sólo de más personal sino que además, sea el mismo, hará que crezca la eficacia de la labor docente y a su vez, daríamos carpetazo al fraude de ley en el que muchos docentes interinos nos encontramos, cumpliendo así con la Directiva Europea 1999/70/ce de 28 de junio relativa a este asunto. Estoy convencido que nuestro nivel educativo subiría y a la vuelta de unos años, el informe PISA nos lo constataría.
En sus manos está. España y la vida de todos en definitiva, lo necesitan.
No recorten. No pongan excusas para hacerlo. Ya no valen. Ya no sirven.
Sindicatos y gobiernos, hagan bien su trabajo.
Nos la jugamos todos porque la Educación es un tema de todos y para todos.
Estamos a tiempo.