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Cospedal gana terreno en la hipotética carrera sucesoria, pero no se lo ponen fácil

15 mayo, 2017 00:00

Soraya Sáenz de Santamaría continúa siendo la ministra mejor valorada del Gobierno, tal y como ha confirmado el último barómetro del CIS. Sin embargo, la pérdida de la portavocía del Ejecutivo le ha quitado gran parte de la visibilidad que tenía. Una circunstancia que, de cara a la carrera por la sucesión de Rajoy, le perjudica.

Según fuentes gubernamentales ciadas por El Confidencial Digital, la número dos del Gobierno es consciente de que, desde el inicio de la nueva legislatura, su principal labor al frente del Ministerio de Presidencia es consolidar un nuevo sistema de financiación autonómica y mejorar las relaciones con Cataluña. En ese campo está consiguiendo algunos éxitos importantes, aunque más bien ocultos, que la consolidan como una “gran negociadora”, pero un grave coste de imagen. La vallisoletana ha visto reducidas sus comparecencias públicas, tanto por esa labor silenciosa como por la pérdida de la portavocía del Gobierno.

Consciente de esta circunstancia, según ECD, la vicepresidenta ha buscado, “otras vías para seguir ejerciendo como portavoz del Gobierno”. El principal foro que está empleando la vicepresidenta para actuar como portavoz del Ejecutivo es el Senado, donde acapara gran parte de las respuestas que la oposición hace al Gobierno. Este cambio de estrategia, encaminado a tener más visibilidad, es interpretado dentro del Gobierno como un intento de la vicepresidenta de mantenerse en la carrera por la sucesión de Rajoy. Sobre ese aspecto, en Presidencia no han pasado inadvertidas las agendas públicas de dos hipotéticas rivales de Soraya, como son María Dolores de Cospedal y Cristina Cifuentes.

La secretaria general del PP y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, está aprovechando su papel como ministra de Defensa para “reforzar su faceta institucional” y tener una cierta visibilidad. La petición de perdón por el accidente del Yak fue su primer éxito, muy bien valorado mediáticamente. Pero “es noticia muchos días” gracias a sus viajes, tanto por España como en el extranjero. Además, añaden, “ya no se come los marrones de Génova”.

Cristina Cifuentes, por su parte, ha superado con buena nota la crisis desatada en el PP de Madrid por la Operación Lezo, logrando portadas por su contundencia contra la corrupción, y “quitándose de encima a Esperanza Aguirre”, entre otras cosas. Unos logros que la sitúan como futura candidata a la presidencia del PP.

De todo ello es consciente Soraya Sáenz de Santamaría que, como sus posibles rivales, no se ha postulado aún para suceder a Rajoy aunque sabe, como Cospedal y Cifuentes, que “su nombre está allí”. Una certeza que, según cargos relevantes del Gobierno, le ha llevado a intentar recuperar el protagonismo perdido.