Inmaculada Herranz (Podemos), consejera Encargada de la Coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas, cargo al que ha llegado tras el pacto de los presupuestos del PSOE y Podemos en Castilla-La Mancha, ya disfruta de dos despachos, uno en Toledo y otro en Talavera de la Reina. No es habitual que los consejeros gocen de dos despachos distintos en ciudades distintas (al menos eso pensábamos hasta ahora), pero en el caso de la simpática Herranz la administración autonómica tiende a facilitarle la vida en Talavera, ciudad en la que reside y en la que ha ejercido hasta ahora sus funciones de profesora universitaria, para que no tenga que acudir inevitablemente a diario a Toledo. El despacho oficial de la Consejería de la que es titular se encuentra en el número 8 de la calle Trinidad, en pleno corazón del Casco Histórico de Toledo y en el mismo edificio en el que antiguamente tuvo su sede la Consejería de Educación en tiempos del carismático Sisinio Pérez Garzón.

Además de tener su oficina de trabajo en Toledo, no muy lejos del Palacio de Fuensalida, la consejera Herranz dispone desde hace unos días de otro despacho en Talavera. Pero no en dependencias administrativas o gubernamentales de la Junta sino en un centro sanitario, concretamente en el Instituto de Ciencias de la Salud de la ciudad de la cerámica, enfrente mismo del Hospital Virgen del Prado. Aquí se le ha habilitado el antiguo despacho del administrador, conocido de siempre como “el despacho de Camacho” (por el exgerente del centro José Miguel Camacho) y aquí acude algunos días acompañada de un asesor para desarrollar su trabajo de consejera. El despacho tiene dos puertas, una que da a las dependencias del personal administrativo y otra al pasillo. La de las dependencias administrativas se ha cerrado y la consejera y su acompañante entran y salen por la del pasillo.

El asunto está siendo muy comentado en el centro, donde se extrañan de que precisamente aquí hayan instalado a una consejera del gobierno regional, aunque sea a tiempo parcial.