Confidencial

La soledad del consejero de Page que se lleva todos los palos en los últimos tiempos

26 enero, 2018 00:00

Jesús Fernández Sanz fue en su momento el consejero de García-Page que se lo ponía más difícil a la oposición en las Cortes regionales. La situación ha cambiado de forma significativa. Su carácter amable y tranquilo, sus pacíficas intervenciones en la Cámara, la buena imagen que transmite, lo bien trabajados que lleva sus asuntos y algunas otras habilidades hacían de Fernandez Sanz un político correoso y difícil de pillar por los portavoces del PP, que alguna vez se quejaron en privado de las dificultades que encontraban ante un consejero de estas características. Quizá él no ha cambiado, pero sí las circunstancias.

En ese sentido parece que la historia se repite y que vuelve a ser la Sanidad el campo de batalla en el que se dirime el grueso de la guerra entre el gobierno PSOE-Podemos y el PP. A Cospedal le costó cara la gestión de José Ignacio Echániz, que además de prescindir de cientos de empleados públicos y de no cerrar positivamente algunos de los grandes problemas que surgieron a lo largo de los cuatro años, enfadó a los profesionales con sus extemporáneas declaraciones. No podían soportar a quien no solo no apagaba los fuegos como era su deber sino que echaba gasolina para que ardieran con más fuerza. Fernández Sanz, al contrario que Echániz, no es un bombero pirómano. Pero todo indica que tampoco es un bombero suficientemente eficaz. El sector de la Sanidad es sin duda el más complicado para el Gobierno y necesita gestores con mucha fuerza y carisma para no sucumbir en el intento.

Fernández Sanz superó algo que a otros les hubiera costado un buen disgusto como fueron las muertes por Legionella en Manzanares. Fue un comienzo duro. Sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo se han ido acumulando otros problemas, sistémicos o sobrevenidos, que han elevado el estado de malestar y crispación en la sanidad regional. Que un jefe de servicio lleve al Sescam a los tribunales por contratar profesionales sin homologar en un preocupante síntoma de que las cosas no van como debieran. Ayer mismo el PP anunció otra posible querella para que el Gobierno entregue toda la información sobre el transporte sanitario que, según los populares, les están ocultando. En la misma sesión del parlamento regional, se vio cómo les echaban en cara que hayan sacado el concurso de traslados del Sescam sin incluir las plazas de Ginecología presuntamente irregulares del Hospital de Puertollano.

La imagen de arriba del consejero de Sanidad ocupando en solitario los escaños del Gobierno no es extraña en estas Cortes, pero en este caso transmite algo de la situación por la que pasa Fernández Sanz. O al menos así cree verlo la oposición. Pese a todo, y a que su gestión esté siendo cuestionada en muchos aspectos en el sector sanitario, en el PSOE están convencidos de que este consejero sigue siendo uno de los grandes activos del gobierno castellano-manchego. De Echániz pensaban lo mismo en el PP. Pero solo hasta la mitad de la legislatura.