El significativo cambio de estrategia del PP regional frente al gobierno Page-Podemos
Estamos viviendo una legislatura histórica por varios motivos, entre ellos porque por primera vez en Castilla-La Mancha el Gobierno regional se formó gracias a un pacto de investidura entre PSOE y Podemos y porque de poco sirvió que el PP fuera el más votado. También, y como consecuencia de lo anterior, esta relación bipartita ha sufrido altibajos, pasando del amor al odio en días hasta que finalmente Page integró en su gobierno a miembros de Podemos, creando una Vicepresidencia y una Consejería, con los consiguientes asesores y demás cargos. Además, en la oposición está el PP, que a pesar de haber ganado las elecciones no tuvo opción para formar gobierno ya que Ciudadanos, aunque consiguió más de 90 mil votos no obtuvo escaño en las Cortes. Si bien es cierto que Ciudadanos hubiera sido la llave para el gobierno, hoy no está tan claro que hubiera apoyado al PP ya que de todos es conocido el caso de la Diputación de Toledo, donde gobierna el PSOE gracias al apoyo de IU-Ganemos y Ciudadanos, desbancando así al partido más votado, que fue el PP. No es menos cierto que el peso y la repercusión de un pacto entre dos formaciones que no han ganado las elecciones no es lo mejor para gestionar una región dado que la mayoría de los ciudadanos han apoyado a la formación que hoy está en la oposición.
Este es parte del escenario que vive la región desde mayo de 2015, con un PP haciendo una oposición muy dura y a veces agria y desagradable, con argumentos durísimos hacia la gestión de un Gobierno bipartito que resulta ser nuevo para todos. Sobre los frutos que este Gobierno va a dar está por verse, y para eso le queda poco más de un año.
En este contexto, el PP ha dado un giro visible en su estrategia política, con mensajes más directos, menos duros en lo personal y con mayor repercusión entre los ciudadanos a través de iniciativas como la Proposición de Ley para regular los tiempos máximos de listas de espera, la petición para crear una comisión de estudio sobre las listas de espera o una auditoria externa sobre las listas de espera ya que a día de hoy seguimos siendo la segunda región de España donde más tiempo esperamos para ser intervenidos. En medios del PP consideran que este tema está calando profundamente entre los ciudadanos.
Además, el PP valora el haber conseguido presionar al Gobierno al obligarle a posicionarse sobre cuestiones como la Prisión Permanente Revisable, que tanto PSOE como Podemos votaron en contra en la Cortes, o a través de iniciativas que suponen importantes inversiones para ciudades como Talavera, Cuenca o Puertollano, entre otras, y que tanto PSOE como Podemos han rechazado igualmente. Quizá el Gobierno podría dar un buen golpe de efecto apoyando alguna de las iniciativas del PP, y más cuando se da el caso de que algunas de estas iniciativas fueron anunciadas por el propio Emiliano García-Page en su discurso de investidura hace tres años.
Es evidente, según entiende una destacada figura del PP castellano-manchego, que el partido en otra época quizá hubiera dado un paso atrás tras ver como el pacto PSOE-Podemos le arrebataba el gobierno; pero en cambio se rearmó y se puso desde el primer momento manos a la obra para poder demostrar que con recursos se puede gestionar una región a la que este partido sacó de la quiebra cuando se encontraba con una deuda ingente y con las famosas facturas en los cajones sin contabilizar, entre otros graves problemas.
En lo que queda de año el PP tiene que deshojar la margarita sobre quién será finalmente su candidato. Los populares hablan de más de 20 posibles candidatos “mejores que Page”, pero parece cada vez más claro que o es María Dolores de Cospedal o lo será Vicente Tirado, hecho que ha sido asumido por todos los populares con éxito y sin que se levante ningún ruido, cosa impensable no hace tantos años. Tirado, entienden las fuentes del PP consultadas por este Confidencial, “se ha ganado a pulso ser referente del PP regional ya que ha conseguido mantener unida a una formación que perdió el gobierno tras el pacto PSOE y Podemos y la mantiene viva, totalmente engrasada y con ganas de volver a gobernar”.