Ayer llamó la atención la presencia de un grupo de personas en un conocido restaurante toledano a la hora de comer. Tenían un reservado, pero era difícil que pasaran desapercibidos para algunos de los que se encontraban en el bar del famoso establecimiento hostelero.

Se trataba de la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón; el expresidente de la Junta de Comunidades y exministro de Defensa, José Bono, y altos representantes de los cuerpos de la Policía Nacional y Guardia Civil de Castilla-La Mancha, además de algún cargo relacionado con Seguridad de la Junta de Comunidades. Muchos habrían dado cualquier cosa por saber de qué se iba a hablar en dicho encuentro, pero quizá se trataba de una simple comida de amigos y conocidos sin ningún fin concreto -Bono está fuera de la política activa y no ostenta ningún tipo de cargo- en la que se tratarían asuntos de lo más diverso.

Sin embargo, teniendo en cuenta las características de un grupo tan singular y con los cambios políticos que se están produciendo a raíz de que el PSOE de Pedro Sánchez se haya hecho con el Gobierno de España, algunos de los que les vieron están convencidos de que en esta comida se habló del próximo delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha e incluso puede que se pusieran algunos nombres sobre la mesa. Los politólogos locales aseguran que el elegido será del sector de Pedro Sánchez, mal que les pese a los socialistas del sector oficial castellano-manchego, pero vaya usted a saber.