Cospedal tiene razón sobre su marido: Ya hay un ejemplo doloroso para su bolsillo
En el comunicado que emitió el miércoles María Dolores de Cospedal tras hacer pública su dimisión como diputada nacional el único arrepentimiento que mostraba era el de haber pedido ayuda a su marido, Ignacio López del Hierro, para proteger los intereses y la seguridad del Partido Popular sin saber las consecuencias que iba a tener para él como empresario. Y tenía mucha razón ya que algunas de las empresas para las que trabaja López del Hierro han empezado a replantearse su presencia en las mismas. El último caso ha sido el de Iberdrola, de la que va a quedar fuera en un tiempo, según publicó ayer El Confidencial.
El periodista Miguel Ángel Uriondo, autor del artículo de EC, informaba que "Iberdrola no tiene motivos para preocuparse demasiado por su relación con Ignacio López del Hierro, el septuagenario marido de María Dolores de Cospedal que, después de una larga y polémica carrera, ha visto cómo su proximidad con el comisario José Manuel Villarejo y los audios en los que demostraban su complicidad, le convertía en radioactivo para las empresas".
Recordaba que López del Hierro es consejero de Iberdrola Ingeniería y Construcción desde octubre de 2017, y de Iberdrola Inmobiliaria desde 2013: "Sin embargo, sus días en ambas compañías están contados y así se asume desde su entorno".
Fuentes próximas a la eléctrica habrían señalado que no es un tema que inquiete especialmente a la compañía dado que su intención era ya la de extinguir en breve la primera de estas filiales, y que no tardará en hacer lo propio con la segunda, convirtiendo la actividad inmobiliaria en una división, no en una sociedad propiamente dicha. Así, la presencia de López del Hierro en ambos consejos sería innecesaria.
Algunos consideran sorprendente, dice El Confidencial, "que el propio López del Hierro no haya dimitido de sus cargos para limitar el impacto reputacional sobre la compañía. Consideran que sería la solución más sencilla y que demostraría elegancia por parte del veterano directivo".
Esa decisión estaría tomada desde antes de que se conocieran las grabaciones de Villarejo, y en todo caso se trataría de sociedades no esenciales para la compañía, en la que López del Hierro no ocupa ningún puesto relevante. La dimisión de Cospedal, además, amortigua también los efectos de lo que se ha publicado o pueda publicarse en adelante.
El Confidencial mantiene que "en el ámbito empresarial el directivo, de 71 años, se da por amortizado y parece difícil que vuelva a formar parte de consejos importantes como en el pasado. En el sector se reconoce que aunque el veterano directivo hizo mucho dinero a lo largo de los años, también llevó un elevado tren de vida, y que a la pareja le será difícil mantenerlo si Cospedal no vuelve a trabajar. Aunque los audios de Villarejo y su salida por la puerta de atrás de la política no van a facilitar que se le abran muchas puertas en las próximas semanas o meses".