Confidencial

García Molina sufre un ataque de cuernos y la paga con Ciudadanos y Cospedal

27 diciembre, 2018 00:00

En una larga entrevista de Europa Press el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha y vicepresidente segundo del Gobierno regional, José García Molina, ha hablado de la actualidad castellano-manchega y de sus relaciones con el PSOE de Emiliano García-Page, a quien ha advertido sobre los peligros de pactar con Ciudadanos la próxima legislatura y de quedar atrapado en la "trampa para osos" que le va a tender uno de los tres partidos que forman "la santa alianza" de las derechas que pastorea José María Aznar, en referencia a Cs. En realidad lo que teme García Molina es que se acabe la alianza castellano-manchega PSOE-Podemos que le ha permitido formar parte del Gobierno regional, pese a la oposición contundente de uno de los dos únicos diputados que Podemos en las Cortes. Debe ser que Molina sabe mucho de trampas para osos, aunque desconocemos si él mismo se considera en estos momentos cazador o cazado. Seguramente sea lo último ya que no puede considerarse mas que una trampa letal el hecho de estar en un Gobierno con cuyo presidente discrepa en casi todo y que además le pone los cuernos de pensamiento y de palabra -todavía no de obra porque no puede- con Ciudadanos.

Otra de las cosas destacadas de la entrevista, y a la postre la que ha tenido mayor proyección mediática y política, ha sido su declaración profundamente democrática de que no está dispuesto a reunirse con el nuevo presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez. Y no quiere hacerlo porque dice que los "populares" le han insultado y que deben pedir perdón por ello. Demuestra tener la piel muy fina y una memoria olvidadiza al no recordar las veces que desde Podemos han insultado al PP y a sus dirigentes. Sin ir más lejos, el propio Molina comparaba en la entrevista a Paco Núñez con un borracho, con lo que insultaba doblemente al líder popular y a los que sufren la adicción al alcohol.

Y una especie de insulto a la inteligencia es también que insista en proponer a las Cortes que se constituya una comisión de investigación para saber si la anterior presidenta regional, María Dolores de Cospedal, utilizó dinero público para espiar a los adversarios políticos y a ciudadanos de la región. Asegura que lo propondrán en breve, incluso antes de que acaben las fiestas navideñas. dudamos que así sea, pero en cualquier caso se quedarán solos en el intento porque ni el PSOE, ni por supuesto el PP, van a apoyar dicha iniciativa. Entre otras cosas porque se pretende investigar a alguien por una mera sospecha basada en conversaciones privadas que ni han trascendido al ámbito judicial ni hay indicios de que vayan a trascender. Si no hay causa que juzgar en los tribunales mucho menos la hay para investigar en el parlamento, donde Podemos lo único que pretende es sacar renta política de la figura de una expresidenta castellano-manchega a la que le tocó lidiar la crisis de una de las etapas más complicadas de la historia de Castilla-La Mancha.

La comisión de investigación es una ocurrencia como la de declarar a Cospedal persona non grata y lanzarlo con entusiasmo a los cuatro vientos con camisetas estampadas incluidas. Es la demostración de la falta de ideas y de lo poco que trabaja este Podemos castellano-manchego, que no ha propuesto en los últimos meses ninguna otra cosa que haya merecido mayor atención de los medios y de los ciudadanos en general. Y es también la constatación de que se arrogan la capacidad de dar carnés de demócratas o de decidir quién es grato o no a los ojos del pueblo, despreciando la idea de que las urnas son lo único fiable.