La que fuera hasta no hace mucho una de las mujeres más poderosas de España ha vuelto a su antiguo y discreto trabajo como abogada del Estado. La expresidenta de Castilla-La Mancha, exministra de Defensa y exnúmero dos del PP, María Dolores de Cospedal, ha sido destinada a la Abogacía del Estado en el Tribunal Supremo, donde seguramente tendrá que defender decisiones que ha tomado el Gobierno y que han sido recurridas por particulares, empresas u otras administraciones públicas.
Según ha publicado este domingo El Confidencial, por orden de fechas le tocará en general defender medidas del Ejecutivo de Mariano Rajoy, y por lo tanto del tiempo en que ella misma formó parte del mismo, pero también podría tocarle ejercer la defensa de alguna actuación del actual Gobierno socialista de Pedro Sánchez en caso de que alguna de las causas pendientes haya ido más rápida de lo habitual.
El digital que dirige Nacho Cardero ha aprovechado la información para recordar que Cospedal tuvo sobre la mesa importantes ofertas para trabajar en el sector privado, entre ellas la del despacho Hogan Lowells, pero que quedaron en nada después de que salieran a la luz las grabaciones del comisario Villarejo. También se daba como seguro que la expresidenta de Castilla-La Mancha no tenía intenciones de abandonar la actividad política y se insistió en que iba a ser la cabeza de lista del PP para las elecciones Europeas del próximo mes de mayo. Sin embargo, la propia Cospedal, en conversaciones privadas conocidas por EL DIGITAL CLM, asegura que después del Congreso nacional del PP su intención fue siempre la de abandonar la política y que tenía perfectamente medidos los tiempos para hacerlo. Sin embargo, los acontecimientos se precipitaron y le obligaron a dimitir antes del plazo que ella misma se había fijado.
El pasado 8 de noviembre, Cospedal dimitió de sus cargos y pidió el reingreso a la Abogacía del Estado. En principio, asegura El Confidencial, "era solo un trámite hasta pedir una nueva excedencia, pero las reticencias de Hogan Lowells y de muchas grandes empresas a fichar políticos la han llevado de vuelta a su plaza de alta funcionaria". El destino, según el diario digital, es "el habitual para los expolíticos que pertenecen al cuerpo de abogados del Estado: contencioso en el Supremo. Se trata de una plaza tranquila y bien remunerada. Por razones evidentes, la Abogacía no ha considerado conveniente enviar a Cospedal a un ministerio, donde los abogados del Estado informan y asesoran sobre las normas que prepara el departamento. Nadie descarta que su reingreso sea transitorio".
Lo curioso ahora de su labor como abogada del Estado es que deberá defender las medidas del Gobierno de Rajoy que han sido recurridas ante los tribunales, pero podría darse la circunstancia de que también tenga que hacerlo en el caso del actual Ejecutivo socialista si alguno de los asuntos va rápido. De todas formas, si Cospedal permanece mucho tiempo realizando esta misma labor llegará el momento en el que necesariamente tendrá que defender las medidas de este Gobierno que sean recurridas.