El expresidente de Castilla-La Macha, José María Barreda, se ha convertido en el Pepito Grillo de las políticas de Pedro Sánchez, sobre todo las relacionadas con el independentismo catalán y la unidad de España. El diputado ciudadrealeño fue el más duro de los cargos socialistas al criticar la propuesta de introducir un observador, mediador o relator en las negociaciones del PSOE con los partidos independentistas catalanes porque, a su juicio, se daba la impresión de estar "cediendo una vez más" ante los separatistas y llamando a "poner pie en pared" y dejar claro que hay cuestiones "inaceptables".
A raíz de todo eso, la portavoz del Grupo Socialista y vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha sacado de la Diputación Permanente del Congreso a José María Barreda, y le ha sustituido por la diputada por Madrid y portavoz de la Comisión de Cooperación al Desarrollo, Carlota Merchán.
Con esta decisión, que no le fue comunicada personalmente a Barreda -se enteró por su asistente-, el político castellano-manchego dejará de ser diputado en cuanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, disuelva las Cortes -5 de marzo, si las elecciones son el 28 de abril- y desaparecerá de la escena política nacional. Cosa que no ocurre con los miembros de la Diputación Permanente, máximo órgano del Congreso cuando las Cortes están disueltas.
La medida tomada por Lastra llega después de unas declaraciones del ex presidente de Castilla-La Mancha la pasada semana, en las que reconocía "no entender" qué estaba proponiendo la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, con la idea de introducir un relator en la mesa de partidos catalanes, finalmente fallida.
Según explicó Barreda, "las medias palabras no han ayudado a la comprensión de esta figura" y lo que debe hacer su partido es "clarificar las cosas" en Cataluña porque "no merece la pena resistir a toda costa y hay que lanzar un mensaje al conjunto de los españoles".
Con esta decisión, el diputado por la provincia de Ciudad Real en las últimas cuatro legislaturas sigue el camino de otros críticos con el sanchismo, como la diputada por Valladolid, Soraya Rodríguez, ex portavoz del Grupo Socialista en la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del PSOE, a quien la actual dirección del grupo sacó de la Diputación Permanente hace más de un año.